Cuando
De nuevo el personal de las universidades nacionales somos burlados y humillados por un Gobierno que se desentiende de la realidad y olímpicamente se salta la Carta Magna y las leyes de Universidades, del Trabajo y Orgánica de Educación para en un acto de soberbia condenarnos a una vida paupérrima. Después de largos meses de espera por la aprobación de la II Convención Colectiva Universitaria, un conciliábulo de sindicaleros llegó a un acuerdo con el Ministerio de Educación Universitaria para aprobar la cláusula 83 (con el voto negativo de la Fapuv) que contiene las tablas salariales a las que se aplicarían los incrementos salariales para que no decayera nuestro
Lamentablemente lo aprobado, en la práctica una disminución del salario, dista mucho de las tablas que presentamos, pues no incluye un incremento porcentual de los salarios en 2015 sino la aplicación de ajustes a la tabla salarial de enero, febrero, mayo y julio 2015 y 20 por ciento de ajuste salarial en ¡septiembre 2016!. Una verdadera locura en un país que camina con determinación hacia la hiperinflación, en medio del desabastecimiento y la escasez de productos de la canasta básica. Sin duda, cuando pase la euforia por el pírrico acuerdo aprobado, se iniciarán los conflictos laborales porque la inflación vaciará rápidamente los bolsillos y todos los trabajadores querremos mantener un nivel de vida que se perderá rápida e irremediablemente.
El Gobierno, hábilmente logró romper la unión de los gremios y logró dividir a los profesores de los empleados y obreros. Admitió la homologación de beneficios entre empleados y obreros pero se lo negó al profesorado. Desconoció de manera obstinada la progresividad en las primas y bonos para el personal académico, que fuera presentado por la Fapuv. Más aún, los Auxiliares Docentes que la LU considera miembros especiales del personal académico, fueron vilmente rebajados de categoría porque según la tabla salarial aprobada parte de un nivel de bachiller.
Este desaguisado que tenemos por II CCU tiene tantas violaciones a los principios normativos establecidos y aplicables al sector universitario que no dudamos en convenir con la Fapuv y opiniones especializadas en que es inconstitucional y antiacadémico. Saludo a la Fapuv por la valiente defensa de nuestros derechos y porque sin arredrarse insistió en el cumplimiento de las Normas de Homologación que son la base de sustentación de nuestras luchas.