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El proceso acelerado de la inflación en precios de bienes y servicios impone un cambio rápido a la administración de dinero de las familias
La tendencia de la economía venezolana, abonada en hiperinflación, “va a empeorar” y las familias tienen que buscar alternativas para minimizar el impacto.
Las consecuencias llegan en cascadas golpeando a los hogares. A los trabajadores. A los pobres. Por eso “hay que ser muy quirúrgico en lo que se va a gastar”
Así insta Alberto Castellano, economista, a las familias vulnerables a los cambios que tiene la economía nacional. Expone en el foro Economía e Hiperinflación, realizado ayer en la Asociación de Profesores Universitarios de la Universidad del Zulia, no tener miedo a endeudarse en bolívares para lograr iniciativas productivas que mejoren las condiciones de los hogares.
Si considera desacertado manterner ahorros o excedentes en bolívares ante la hiperinflación, porque cada día la moneda venezolana pierde valor y cae el poder de compras.
Castellano recomienda optimizar el presupuesto. Gastar en los productos y servicios necesarios. Dejar de temer al crédito, más cuando hay tasas de interés estables.
“No tiene ningún sentido ahorrar en bolívares. Sí y mucho sentido tiene endeudarse en bolívares”.
Considera “importante” darle uso a los activos. Sea vendiéndolos para obtener luego algún ingresos para necesidades prioritarias o para comprar bienes convertibles y cotizados como divisas.
No vale tener una vivienda cerrada si se puede obtener un ingreso. Sólo hay que tener “cuidado del proceso que pueda generar el aquiler”, precisa.