Jennifer Lee, la directora del filme, llegó para dar luces sobre la princesa que fue catalogada como feminista o un ícono LGTB
Frozen 2 sigue en boca de los fanáticos de los dibujos animados. Sobre todo por los comentarios que rodean la esencia de Elsa, una de las protagonistas de la historia congelada.
Sin embargo, Jennifer Lee, la directora del filme, llegó para dar luces sobre la princesa que fue catalogada como feminista o un ícono LGTB. “Nosotros pensamos en Elsa como un personaje que tiene miedo por ser diferente”, reveló la cineasta.
Según la creadora de la cinta que se convirtió en un clásico instantáneo de Disney y un fenómeno de masas, la famosa princesa es “alguien con temor a usar sus poderes y que siente soledad por esa diferencia”.
Lee asegura que entiende y acepta todas las interpretaciones que surgieron desde el estreno de Frozen en 2013 hasta el inminente estreno de la segunda parte, este 22 de noviembre.
“Con el paso del tiempo es inspirador que sea fuerte e independiente por su cuenta, que no necesite una relación romántica ni ser rescatada y que sus apoyos sean su hermana y su familia”, analizó.
Lee habla de la idea de crear un viaje emocional y “luego escuchamos lo que sintió el público, para cada persona significó algo diferente. No es nuestro objetivo que tenga una interpretación determinada”, aclaró.
Frozen 2 es la historia de una heroína corriente
Tal como lo revela Lee, el equipo de animación de Disney no ideó esta historia sobre dos hermanas como un cuento para el momento actual. Sin embargo, sí dio con el momento adecuado.
La primera cinta recaudó más de mil 200 millones de dólares en taquilla, se convirtió en un icono global y su banda sonora coronó las listas de lo más vendido en 2014.
Estas fueron las razones que abonaron el florecimiento de la segunda parte de las aventuras de Elsa y Anna en Arandelle, una de las películas con argumento original que dejó más huella en los últimos años. “Ella representa a la mayoría de personas, es una heroína corriente”.
Sin embargo, cuando los creadores de Frozen se sentaron a escribir la segunda parte el mundo entero ya conocía a sus protagonistas y aplaudía la soltería de Elsa como un ejemplo de princesa Disney que no necesita un hombre para salvarse.
“En mi caso, yo consulté las redes sociales. Salían ideas de todo el mundo. Apartamos todo para construir el argumento desde fuera y continuar la trama, sobre cómo ella aprende a manejar sus poderes y conoce cuál es su pasado, su historia personal”, analizó.