En la Venezuela de hoy las dificultades para gobernar son gigantescas y requiere que quien aspire a ser seleccionado por los electores en cualquier ámbito territorial se examine y realice una autoexploración acerca de sus cualidades y aptitudes
Ganar una elección popular por mayoría absoluta no garantiza gobernabilidad. Siempre he estado convencido que en la medida que nuestros gobernantes se preparen para gobernar más allá de acceder al poder, en esa misma medida estaremos garantizando como sociedad un futuro mejor para las generaciones futuras. La habilidad para tomar decisiones, por la existencia de múltiples polos de poder hacen que quien tiene bajo su responsabilidad adelantar las acciones para cumplir con los objetivos del plan de gobierno es una condición inmanente que debe tener el elegido.
En la actualidad hay más manuales acerca de cómo hacerse con el poder que libros acerca de qué hacer con él, lo que se corresponde con el hecho de que haya más asesores de comunicación, marketing y desarrollo de campañas electorales que de Gobierno propiamente dicho. Si la vida política está protagonizada por gente que ha demostrado más habilidad para acceder a ella que para gobernar efectivamente, la lógica consecuencia es que hay más promesas que realizaciones, lo que necesariamente produce un incremento de la decepción.
En la Venezuela de hoy las dificultades para gobernar son gigantescas y requiere que quien aspire a ser seleccionado por los electores en cualquier ámbito territorial se examine y realice una autoexploración acerca de sus cualidades y aptitudes para poder desempeñar la difícil tarea de gobernar en tiempos turbulentos en donde se requiere al quae habet qualitas, el que tiene mayor capacidad.
La crisis económica que atravesamos resulta proclive para activar las políticas de desarrollo productivo para el consumo interno y para la exportación en donde el Zulia funge como un factor importantísimo para el impulso de las estrategias de aumento de la producción de alimentos y otros rubros en donde tenemos potencialidades encomiables, y allí debemos hacer los esfuerzos para junto al sector privado que quiere producir iniciar procesos de exportación que este año 2016 debemos concretar.
En medio de la crisis ya se asoman algunos personajes con intenciones claras de asegurar posiciones de poder. Nuestro estado necesita el concurso de todos en una sola dirección. Que el sentimiento de zulianidad que nos aflora desde lo más adentro permanezca presente cada instante de este año que discurre y que ello sirva para entendernos como hijos de esta tierra bendita para sacar lo mejor de nosotros como ejemplo para toda Venezuela, siempre lo hemos hecho, ahora no lo dejemos de hacer.