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La semana pasada hicimos un análisis sobre “Las primarias: liderazgo vs. maquinaria” de cara al proceso del pasado 10 de septiembre celebrado en 19 estados, y ahora nos toca hacer el ejercicio post electoral.
Me enfocaré en lo que ocurrió en el Zulia por haber vivido de cerca el proceso. Allí se disputaron la candidatura unitaria para la Gobernación, la alcaldesa de Maracaibo, Eveling Trejo de Rosales esposa del líder de UNT; y el diputado Juan Pablo Guanipa, líder de PJ en la región zuliana.
La campaña electoral de Eveling fue fundamentada exclusivamente en la transferencia de liderazgo, es decir, al elector se le vendió la propuesta de que votando por ella se estaba votando por Manuel Rosales, y de resultar electa, al Zulia regresarían las obras de los gobiernos de la democracia social que ejecutó Rosales en sus mandatos. Lo curioso del caso es que no se vendió la gestión de la alcaldesa que en las encuestas aparecía bien evaluada.
En cuanto a Guanipa, su campaña se basó en el cambio, en la defensa del Zulia, en la defensa de la calle en alianza con VP, y en la de conformar un Gobierno de unidad con todos los partidos para enfrentar a Arias Cárdenas y a su nefasta gestión. No podía vender gestión de Gobierno pues no ha sido Gobierno, pero sí tiene la experiencia de ser parlamentario y concejal.
Cabe destacar que de seis estudios de opinión, cinco daban ganador a Juan Pablo Guanipa, excepto uno de menor reconocimiento. En el Zulia las encuestas coincidieron con los resultados y el liderazgo superó a la maquinaria.
En Táchira ocurrió algo distinto; los estudios de opinión daban ganador al colega y hermano Miguel Ángel Rodríguez quien competía sin maquinaria, bajo la protección de un voluntariado y de fragmentos de partidos; pero al final resultó electa la candidata de AD Leidy Gómez quien sí contaba con un equipo homogéneo.
Otro caso a resaltar es el del estado Falcón con el candidato de PJ, Goyo Graterol, donde el partido tenía más aceptación en el electorado que el propio Graterol, no lograron acuerdo con VP; y resultó ganador Elizer Sirit también con maquinaria de AD pero con liderazgo.
En el estado Sucre Robert Alcalá compitió contra el recuerdo y lo que yo creía la sangre de los sucrenses Ramón Martínez, aunque lo llevaban en el corazón fueron y votaron por un liderazgo nuevo.
Queda claro entonces que la calle es de los ciudadanos y no de los partidos; el liderazgo es fundamental y las maquinarias tienden a quedar como elemento complementario en los procesos electorales.