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“Mi nieta cumple años este fin de semana y no encuentro harina, azúcar, huevos y menos leche para elaborarle su torta”, exclama angustiada Soraida. Miriam argumenta que urgentemente necesita detergente en polvo para lavar los pantalones de los muchachos y solo se encuentra en el mercado negro a precios inaccesibles. Fredy anda a pie en esta ciudad de calor infernal y sin agua al tener paralizado su automóvil por no contar con el dinero suficiente para adquirir los neumáticos traseros, disparados a precios inconcebibles. Celia está padeciendo del virus del zika sin poder cumplir un tratamiento efectivo que alivie su malestar, debido a que ni el acetaminofén se consigue en centenares de farmacias de la ciudad. La crisis económica que enfrenta el país golpea todos por igual, pero con mayor intensidad a los sectores más vulnerables de la sociedad, a gente como yo, como tú, como él, como nosotros, llegando a niveles de pobreza demasiado evidentes al no contar con productos básicos, indispensables para trajinar por este mundo con cierta calidad de vida.
Venezuela enfrenta una emergencia económica sin precedentes, marcada por una escasez de artículos, una elevada inflación y una fuerte contracción del PIB que tiende a agudizarse como consecuencia de la caída de los precios del petróleo. Drama socioeconómico sin solución a corto o mediano plazo, en virtud de los anuncios emitidos por el presidente Nicolás Maduro que no cambian para nada el acelerado curso de la tragedia que afronta el país, de allí que expertos en esta materia, coincidan que la crítica situación de la nación, es consecuencia de las medidas erróneas implementadas en casi dos décadas, entre las que destacan los controles de cambio y precios, el incremento del endeudamiento, la expansión del gasto público y la sustitución de la producción nacional por importaciones.
Tanto los especialistas como gente de a pie alertan que la crisis empeorará como consecuencia de la caída de 60 por ciento de los precios del petróleo en los últimos seis meses, ante lo cual es prioritario tomar decisiones y acciones inmediatas y coherentes para superar las dificultades, como la rectificación profunda en función del interés nacional para que el Ejecutivo se desprenda de sus políticas equivocadas y de paso a estrategias de recuperación, de lo contrario el país alcanzará un proceso hiperinflacionario, implicando alza de precios de 100 por ciento, golpeando aun más el deteriorado poder adquisitivo de los ciudadanos.
Estamos frente a una economía abrumada por los excesivos controles gubernamentales ineficaces, sobre todo por el cambio que solo enriquece a grupos cercanos al poder político, fortaleciendo la corrupción, mientras la producción nacional sucumbe por la ausencia de divisas asignadas. Soraida, Miriam, Freddy, Celia… gente como nosotros, venezolanos de a pie, todos estamos golpeados por esta fracasada economía nacional.