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Después de 13 días de haber sido detenido por el Sebin, este lunes la abogada Theresly Malavé pudo lograr que por primera vez Gilber Caro, diputado suplente de la Asamblea Nacional (AN), recibiera visita en la cárcel 26 de Julio en Guárico.
El parlamentario solo pudo conversar con su defensora, a quien le dejó una hoja de papel donde escribió a mano su mensaje al país: “Venezuela estoy secuestrado, fuerza y fe, seremos libres”.
Tras conversar con él durante media hora, Malavé constató las malas condiciones del legislador. “Lo vi muy golpeado psicológicamente, más no físicamente. Esto le pega demasiado, aunque cree en el reencuentro. No le dicen nada, no habla con nadie. El solo hecho de estar aislado sin contacto con otra persona y estar en un cuarto absolutamente oscuro con condiciones de insalubridad es suficiente para calificarlo como un trato inhumano. No lo dejan salir al sol. No se le puede pasar nada ni siquiera sus pastillas para la tensión y para el dolor de cabeza”, declaró la abogada a La Verdad.
Refutó que es ilegal que lo tengan apresado sin la orden de un tribunal. “Como defensora de derechos humanos, es la primera vez que veo que mantienen detenido a alguien sin presentarlo en un tribunal. Por este solo hecho, el director de la cárcel 26 de Julio está incurso en un delito, ya que se trata de un vulgar secuestro”.
Como directora de la ONG Justicia y Proceso Venezuela, acentuó que hay varios aspectos que permiten considerar como “inhumano” el trato que le dan al diputado. “El rapado del cabello es algo degradante”, puntualizó sin ignorar el tuit de Iris Valera, ministra del Poder Popular para el Servicio Penitenciario, quien publicó una foto del parlamentario dentro de la penitenciaría. “Allí se procesa odio”, apuntó la experta en derecho, quien exhortó a las autoridades a respetar los estándares nacionales e internacionales para con los privados de libertad.