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No hay miedo. La lucha por la mejor Venezuela no la detiene nada ni nadie, y mucho menos unos desalmados que abusando del poder, que está a punto de acabárseles, creen que nos amilanarán o harán desistir. Nada más lejos de la realidad.
La más reciente arremetida de este Gobierno, que reiteramos, va de salida, fue contra mi compañero de partido, el diputado Gilber Caro quien fue detenido hace 15 días por los esbirros del Sebin, violando su inmunidad parlamentaria; y ejecutando el mismo guión de siempre: sembrar armas y artefactos explosivos.
A Gilber lo conocí en el año 2009, me lo presentó Leopoldo López, como un ejemplo de superación en la vida. Fundamos Voluntad Popular y allí nos embarcamos en esta batalla diaria para lograr el país que soñamos para nuestros hijos: una Venezuela libre, de progreso y oportunidades.
Gilber me llevó a conocer la sede de una fundación que creó y que llamó Dale la Mano a tu Par, donde las personas que salían de prisión luego de pagar condena, eran ayudadas a reinsertarse en la sociedad. Gilber iba cada diciembre a las cárceles a darle juguetes a los hijos de los detenidos.
Recuerdo que el año pasado lo invité al Zulia para dar una charla en la Facultad de Derecho de LUZ, porque su historia de vida me parece positivamente impactante. Es precisamente esta superación, su salida de la oscuridad, su progreso, ser referencia social y convertirse en diputado electo por la voluntad del pueblo soberano, lo que no le perdona este Gobierno, plagado de delincuentes de todo tipo. El régimen cree que no envía un mensaje de terror, miedo y psicoterror a través de la injusta e ilegal detención de Gilber Caro; pero quienes en realidad envían el mensaje claro y contundente es el pueblo venezolano: no hay miedo.
El pasado 23 de enero, un día después de que la “flamante e intachable” ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, mostrara en sus redes las fotos de Gilber Caro, tal cual preso en un campo de concentración nazi; la gente volvió a tomar las calles de Venezuela para exigir un Cambio Ya que vamos a lograr a través de las elecciones.
De manera pacífica y organizada se marchó en el país y se demostró que no hay miedo, porque paradójicamente el mismo Gobierno, en su afán de quitar todo, les quitó el miedo a hombres, mujeres, jóvenes y abuelos que quieren y luchan para sacar a este régimen, pacífica y constitucionalmente.
Como dice mi hermano Leopoldo, fuerza y fe, Gilber; fuerza y fe, Venezuela. Este año 2017 renace la esperanza en el país. Gilber, hermano, de nuevo saldrás fortalecido de esa cárcel donde te tienen secuestrado.