Gladiadores y sicarios

 

La historia de “Espartaco”, pudo haber sido el desentrañar la realidad del gladiador en sí; de “héroe” solo tenía el instinto de sobrevivencia, pues su condición social era ser esclavo

Los espíritus de los dos sustantivos, gladiadores y sicarios; plurales el primero y el segundo, guardan una relación, aun cuando sus índoles sean de diferentes etimologías o semánticas; ambos son circunstancias de las injusticias que se han desarrollado en la historia y hechos que algunas civilizaciones definieron como viables, y entendibles bajo una visión teleológica, o sea, amparado en proverbios como:  “el fin justifica los medios”, y darle menos importancia a las consecuencias negativas a posteriori.

Los gladiadores, individuos que alguna vez tuvieron fama de héroes importantes y quienes fueron o hubiesen podido ser, inspiración de gestas deportivas y círculos de entrenamientos o de educación física, su aura fue acicate de emprendedores de la lucha deportiva, de muchas lides y competencias. Sin embargo, la historia de “Espartaco”, pudo haber sido el desentrañar la realidad del gladiador en sí; de “héroe” solo tenía el instinto de sobrevivencia, pues su condición social era ser esclavo. Esclavo con privilegios devenido de su condición física, por lo cual era mantenido bajo la supervisión de otros libertos que les entrenaban y les exigían mantenerse en forma, para cuando llegara la ocasión de entretener a los monarcas, luchando contra gentes y fieras, con una ventaja casi siempre asimétrica en su contra. 

Los 12 del patíbulo, personajes de un trabajo fílmico, con trama en la 2da Guerra mundial, donde se escogen a 12 condenados a muerte para hacer un trabajo estratégico donde debían asesinar a varios individuos presuntamente criminales de guerra; o sea unos sicarios. Ahora bien, estas condiciones miserables las representa la estrategia perversa de quienes han ostentado el poder de diferentes formas y con sus propios émulos. 

Actualmente en Venezuela las milicias son émulo de gladiadores; les tienes prestos para satisfacer los desmanes violentos en el momento que el Gobierno precise. Del mismo modo, los colectivos y los presos que supuestamente van a reparar ranchos en Petare y El 23 de Enero, junto a los guardias nacionales son el émulo de los sicarios en los 12 del patíbulo.

La diferencia entre estos dos patrones de émulos aquí en Venezuela, es que ninguno arremete contra fieras, ni guerreros, ni criminales sino contra personas indefensas y desesperadas protestando por justicia. 

Visited 8 times, 1 visit(s) today