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Hasta 1968 se decía “Gobierno no pierde elecciones, ni entrega el poder”. Pero cuando Rafael Caldera ganó por 32 mil votos y el Gobierno le entregó el poder, quedó probada la democracia venezolana. En cuatro elecciones posteriores se repitió lo mismo y no hubo problemas.
Ni Pérez Jiménez con su plebiscito de 1957 se atrevió a decir que si lo perdía se alzaba en armas y no entregaba. Medina Angarita y Pérez Jiménez en medio de un golpe de Estado, dijeron que preferían sacrificar sus personas antes que ver correr la sangre de los venezolanos por el poder.
Estas referencias históricas son necesarias porque nuevamente Nicolás Maduro a pocos días de las elecciones parlamentarias y habiendo firmado unilateralmente un compromiso de respetar los resultados electorales, nos vuelve a amenazar con alzarse en armas si gana la oposición. Incluso llegó a decir en la primera declaración que formaría una junta cívico-militar para seguir en el mando. Eso es gobernar a tiros. A base del terror.
Decía César Zumeta a inicios del siglo XX que “regir por el terror es declararse incapaz de gobernar por la justicia. Se trata de un monstruo indigno de ser un funcionario civil o militar de una República”.
Nos esperan días decisivos, o Venezuela se sacude a estos bárbaros, recupera la auténtica democracia o nos espera un futuro poco halagador. Con el método del miedo, regalando bolsas de comida y celulares, con un ventajismo publicitario y obligando a los empleados públicos y militares a que juren que votarán por el oficialismo, pretende obtener ventaja.
Es imposible que el Gobierno gane las elecciones. Todas las encuestadoras dan como ganadora a la oposición con amplia ventaja. La opinión pública internacional sabe que se ha rechazado la observación internacional de importantes organismos como la OEA, ONU, Unión Europea, expresidentes entre otros. Países como Uruguay, Brasil, Perú, Estados Unidos, Colombia, Chile, han expresado preocupación por la actuación del CNE. El 87 por ciento de los venezolanos está dispuesto a salir a votar el 6-D.
Meta mensajes están diciendo a los venezolanos que se sacudan este régimen. El posible triunfo de la oposición en Argentina, los emigrados cubanos en Costa Rica que siguen saliendo de la isla de la felicidad. El caso de los sobrinos de Cilia. Lo sucedido en Francia, nos están invitando a despertar.