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Cualquier acto que prive del libre tránsito del ciudadano, sin sana justificación, en tanto que ponga a riesgo su seguridad, es un acto de violación, estos actos si no están previstos en las normas ciudadanas de seguridad, son actos vandálicos y deben ser castigados; pararse en las entradas de escaleras públicas, pasos peatonales y carreteras sin el permiso de las autoridades, con el fin de recolectar o pedir un peaje para dejar acceso al libre paso, es un acto vandálico -antisociales infiltrados en protestas pacíficas han hecho más que esto anterior- que debe ser denunciado y penalizado con castigos de privación de libertad y multas.
Este acto, anteriormente señalado, es un acto inmoral y punible, aun cuando parezca de baja severidad y no debe prescribir, pues el mismo puede dar lugar a otros casos como asaltos y asesinatos. ¿Será que el Ministerio del Poder Popular para los Asuntos Penitenciarios, quiere hacer caso omiso de estos actos?, pregunto.
Recientemente la ministra, de esta cartera, tuvo el valor de afirmar que la revolución bolivariana iba a ser defendida, no solo por el pueblo ¿qué les apoya? sino también por la población carcelaria que va a luchar en contra de toda la oposición al chavismo.
En otras palabras, la ministra del Poder Popular para Relaciones Exteriores pide a Alá para que el inepto presidencial coja luz y, la ministra Penitenciaria aupe la razia carcelaria (privada de libertad), ¡por algo será! Para que se ¿aposte? a batallar ¿emboscar? a cuanta protesta se produzca, derivada de la ineficiencia del Gobierno y el caos que se viene en tropel.
Mejor dicho, si esto no es aupar a la delincuencia para que coja ínfulas y atropelle, entonces ¿qué es?. Porque se supone que los privados de libertad deben permanecer -por sus actos- en los recintos carcelarios, o ¿es que los van a soltar para salvar a la revolución? Si hacen esto ¿será indulto? o ¿Amnistía para antisociales y no para disidentes? ¿O es que los van a libertar ilegalmente? Si es esto último así, se están declarando un Gobierno todo lo contrario a lo que profesan. O sea, se están mostrando como un Gobierno en vez de socialista, antisocial.
Cualquiera podría pensar que esto podría suceder y con razón pues; el Presidente bastante se jactó regodeándose con su discurso perverso del “Gobierno de calle”.