
Ruth Guerrero, profesora de ciencias políticas de la Universidad del Zulia (LUZ), dice que el tiempo “es el enemigo número uno” de la gestión del presidente Nicolás Maduro. Asegura que a medida que pasen las semanas y los meses, aumentará el malestar social por el empeoramiento de la crisis, lo que repercutiría en las urnas electivas y en el incremento de la conflictividad social
Ya es un hecho. Las elecciones presidenciales en Venezuela serán antes del 30 de abril. La premura en la fecha pone en el tapete los señalamientos en contra del Gobierno, al que responsabilizan de agilizar el proceso para “caerle adelante” a los efectos de la crisis y asegurar la reelección. Analistas concuerdan en que el oficialismo sabe que el contexto económico y social empeorará durante los próximos meses, lo que dificultaría el cambio en Miraflores, ya sea por los altos niveles de conflictividad o por el rechazo en las urnas electivas.
“Ahorita el tiempo es el enemigo número uno del Gobierno, ellos consideran que este es el mejor momento, lo que hacen al adelantar las presidenciales es caerle adelante a los efectos de la crisis, es como un juego de ajedrez, quieren hacer las elecciones lo antes posible porque todavía los niveles de conflictividad, de gobernabilidad y estabilidad no se les han salido de las manos”, declaró a La Verdad Ruth Guerrero, profesora de ciencias políticas de la Universidad del Zulia (LUZ).
Desde la instauración del sistema democrático en 1958, las elecciones presidenciales en Venezuela siempre han sido en diciembre. Solo hay tres excepciones: Los comicios de julio del 2000 para la relegitimación de todos los poderes por la nueva Constitución, en octubre del 2012 cuando Hugo Chávez buscó la reelección tras su diagnóstico de cáncer y en abril de 2013 para escoger al nuevo Presidente por la muerte de Chávez. Hacer los comicios en el último mes del año ha sido una tradición política que únicamente han interrumpido en casos excepcionales, aunque legalmente no hay una obligatoriedad para que sean en la época decembrina.
Gabriel Reyes, analista político, expresó ante este rotativo que el “Gobierno necesita evitar el efecto del creciente y exponencial voto castigo por la insatisfacción generalizada (…) La realidad es que hay mucha hambre, ellos saben que la crisis va a empeorar”.
Afirmó que además pretenden aprovechar la falta de acuerdo en la oposición que aún no decide sobre un candidato unitario, a lo que Guerrero refirió “ese es el segundo motivo para adelantar las elecciones. Nunca antes la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) había estado tan fraccionada. Los estudios dicen que solo podrían enfrentar al oficialismo con un candidato que tenga una trayectoria conocida, pero hay muchas divisiones internas, no se han puesto de acuerdo”.
Carmen Beatriz Fernández, consultora política de la empresa Dataestrategia y profesora de Comunicación Política de la Universidad de Navarra en España, expuso en entrevista a la BBC que “las perspectivas económicas son muy malas (…) Mientras más tarde se hagan las elecciones más difícil lo va a tener el Gobierno”.