El Gobierno de Nicolás Maduro anunció la tarde de este lunes 15 de diciembre que decidió “extinguir de manera inmediata” cualquier “contrato, acuerdo o negociación para el suministro de gas natural” a Trinidad y Tobago.
La vicepresidenta Delcy Rodríguez informó que el Gobierno tuvo “conocimiento pleno sobre la participación” del ejecutivo trinitense “en el robo del petrolero venezolano cometido por Estados Unidos el pasado 10 de diciembre”.
La funcionaria oficialista resaltó que el buque “transportaba este producto estratégico de Venezuela” y que el “acto de piratería” constituye “una grave violación del derecho internacional y una franca transgresión a los principios de libre navegación y de comercio”.
Puntualizó que ante “este gravísimo hecho que pretende robar vulgarmente el petróleo de Venezuela”, Miraflores no permitirá “que ningún ente colonial y sus vasallos atenten contra la sagrada soberanía del país y su derecho al desarrollo”.
“¡Venezuela vencerá siempre!”, resaltó en una publicación en su cuenta de Instagram y en Telegram.
La también ministra de Hidrocarburos señaló que Kamla Persad-Bissessar, primera ministra trinitense, reveló “una agenda hostil contra Venezuela desde su llegada al gobierno”.
“Esto incluye la instalación de radares militares estadounidenses para el asedio contra los buques que transportan el petróleo venezolano”, agregó.
Rodríguez sostuvo que la funcionaria “convirtió el territorio de Trinidad y Tobago en un portaviones estadounidense para agredir a Venezuela” y por ende “en un acto inequívoco de vasallaje”.
Alegó que “ante esta escalada de hostilidades y graves agresiones”, el “presidente Nicolás Maduro” también “denunció el Acuerdo Marco de Cooperación Energética suscrito con Trinidad y Tobago”.
La fiscal estadounidense Pam Bondi difundió el pasado miércoles 10 de diciembre un video en el que se observa a equipos militares de EE. UU. abordando, desde varias aeronaves, el buque petrolero que fue incautado en aguas cercanas a Venezuela, horas después de que el presidente Donald Trump confirmara la operación.
El gobierno de Nicolás Maduro calificó como un “robo descarado y acto de piratería” la confiscación por parte de Washington y advirtió que acudirá a instancias internacionales para denunciar “este grave crimen internacional”.
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