Cierre
Desde 2012 la inflación somete a las familias venezolanas. La variación acumulada de 20,1 por ciento, al cierre de ese año, ya se ubica a septiembre de 2017 en 536 por ciento, dos mil 566 puntos por encima sometiendo el poder de compras de las familias.
Los precios de bienes y servicios debilitan continuamente las finanzas de los venezolanos. La salida inmediata lanzada por el Gobierno apunta a aumentos desesperados de salarios que no cubren las necesidades básicas y que el propio Ejecutivo es incapaz de atender ante el impulso generado en la demanda de efectivo.
Las medidas macroeconómicas para contener la voracidad inflacionaria están aún en mesa de discusión oficial. Mientras las perspectivas económicas son desalentadoras, con fundamento en: devaluación del bolívar, caída de las finanzas en divisas, desempleo, retroceso de la producción e importación de bienes; el Fondo Monetario Internacional analiza en el informe a octubre que la proyección del producto interno bruto (PIB) a 2017 se sitúa en -12,0 puntos, con leve contención de la baja -6,0 en 2018.
El indicador del precio al consumidor señala anualidad en 652,7 por ciento y a 2018 dos mil 349,3 por ciento. El desempleo pasa de 26,4 por ciento a 29,8 que acentúa la baja en las niveles de bienestar y fija la destrucción de la economía.
Hiperinflación
Para Alberto Castellano, economista, Venezuela se enfrenta a un trimestre de hiperinflación con la cadena de indicadores en recesión y acelerada velocidad en los precios de bienes y servicios, sobre todo en los productos alimenticios. Asegura que si el Gobierno insiste en aplicar la “misma política” con aumentos de salarios sin frenar la inflación con medidas macroeconómicas “serias” el desenlace será “empobrecimiento”.
“Con más aumentos salarios y más controles de precios va a tener los mismos resultados, cuál es el resultado: más inflación. Tenemos control de precios desde hace muchos años (2003) y aumentos sucesivos del salario mínimo. Es aplicar la misma política que no ha tenido efectos positivos sobre la inflación”.
Castellano alerta que en el último mes de este año o el primer trimestre de año la situación tiende a estar “muy grave, porque será la destrucción del poder compras, más aun del que ya estamos sufriendo. Más los problemas de desabastecimiento que estamos viviendo”.
Recomienda un giro de la política económica. Venezuela “tiene potencial” para recuperarse, solo es necesario centrar la dirección de la economía con: detener la inflación, buscar divisas con refinanciamientos, evitar gastar más de lo que ingresa (a las arcas del Estado) y sincerar el escenario cambiario.
“Las perspectivas a futuro son negativas de mantenerse la política. Son trimestres continuos con caída del poder de compras, de producción. Y para estos meses no se puede esperar aumento en las ventas por pago de utilidades. Las ventas al final de año siguen en caída. El pago de utilidades o aguinaldos será para sobrevivir, para destinar a comprar alimentos, que es lo esencial y lógico”.