Lo peor que puede pasar es que el mismo Gobierno esté esperando un estallido social -¿se puede ser tan vil?- que le permita cabalgar sobre la crisis y aferrarse al poder
Este Gobierno cava su propia fosa y tiene los días contados. El pueblo de Venezuela se manifestó de manera categórica el pasado 6 de diciembre. Le dio mayoría calificada en la Asamblea Nacional a la Unidad Democrática. En ese momento le exigió a Maduro y al PSUV que cambiaran de rumbo y la respuesta se ha traducido en un evidente irrespeto a la decisión popular.
Los dos meses transcurridos desde el 6-D, han dejado ver que esta gente no actúa y solo quiere anular el Parlamento. Mientras tanto los días corren, la crisis se profundiza y quienes gobiernan se hacen los desentendidos. Lo grave no es que este Gobierno se autodestruya. Lo grave es que en ese accionar involucre a todo un pueblo que lo único que quiere es sortear esta crisis profunda y vivir mejor.
Lo peor que puede pasar es que el mismo Gobierno esté esperando un estallido social -¿se puede ser tan vil?- que le permita cabalgar sobre la crisis y aferrarse al poder que, al final, es lo único que le importa en este momento. Así que, si ya estamos convencidos de que no hay intención de cambio, no hay tiempo que perder, debemos comenzar a buscar el o los mecanismos más idóneos para que el pueblo se manifieste a favor o en contra de un cambio de gobierno.
Entre las opciones que se discuten con más intensidad, se encuentran la enmienda constitucional para recortar el período presidencial y sean convocadas elecciones este año y el referendo revocatorio luego del cual se convocaría a elecciones 30 días después de realizado. En próximas entregas hablaremos sobre estas dos opciones, pero me adelanto a advertir que la que veo más viable, aunque va a costar mucho trabajo y mucha presión de calle, es la del referendo revocatorio presidencial, frente al cual no hay decisión judicial que pueda impedirlo. Con la propuesta de enmienda ya veo una sentencia de la Sala Constitucional del TSJ expresando que la norma no puede ser retroactiva y que no se puede intentar por enmienda lo que claramente está reservado a la institución del referendo revocatorio. De todos modos, bien podemos intentar ambas vías de manera simultánea. Lo importante es darle un cauce al anhelo de cambio inmediato que tiene el pueblo de Venezuela.