Maduro
Lo ocurrido el 1 de Septiembre es la más contundente ratificación por parte del pueblo venezolano de lo que ya había expresado el 6 de diciembre del 2015 con motivo de las elecciones parlamentarias nacionales. En esta oportunidad, ocurrió la más inmensa manifestación popular que se conoce en la historia de Venezuela y que la Agencia Internacional de Noticias Reuters estimó en más de un millón de personas, además de ser realizada en paz y sin miedo para exigir cívicamente el respeto al derecho constitucional de revocar a un gobierno que junto con derrochar una gran fortuna proveniente del ingreso petrolero, es cada día más corrupto, ha quintuplicado la deuda externa, tiene al pueblo pasando hambre y sufriendo la escasez de medicamentos, además de una pavorosa inseguridad ciudadana.
Definitivamente los venezolanos y el mundo están convencidos, de que los problemas económicos y sociales de nuestro país no tienen solución mientras Maduro y su macolla permanezcan en el poder. Es decir, es una precondición el cambio político, para que podamos, uniendo a las mejores voluntades nacionales afrontar la gran tarea de reconstruir a Venezuela, tanto en sus políticas públicas, como en sus instituciones y en el rescate de los mejores valores de la venezolanidad.
Pudiéramos dar muchos ejemplos que demuestran la incapacidad de Maduro para conducir la rectificación de este rumbo antinacional que él le ha dado a este Gobierno, pero nos limitaremos a sus actuaciones más recientes. Anuncia que va a solicitar una investigación sobre el lenguaje y el contenido del discurso de Ramos Allup y termina sacándole la madre en cadena nacional. Hace un llamado a la paz y ordena detener a más de 100 personas para boicotear las marchas de la oposición. Ante el cacerolazo de Villa Rosa en Margarita se volvió como loco y decidió enfrentarse físicamente con los manifestantes que expresaban de esa forma pacífica el rechazo a su gestión. Y pretende ir más allá en su vocación autoritaria, al anunciar una consulta a su Sala Constitucional para suspender por Decreto la inmunidad parlamentaria de los diputados ante la Asamblea Nacional.
Las rectoras del CNE no pueden explicar cómo luego del fallecimiento del presidente Chávez se organizó y realizó una elección presidencial en 39 días, y no se puede realizar un Referendo Revocatorio en seis meses, cuando es una elección mucho más sencilla.