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La sede del Circuito Judicial del Zulia, antiguo Banco Mara, parece haberse convertido en un punto seguro de gas lacrimógeno en contra de los manifestantes opositores en Maracaibo. Durante la mañana de ayer, la marcha pacífica que llegó a estas instalaciones fue dispersada por un amplio contingente de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia (CPBEZ), que no sólo les disparó bombas lacrimógenas, sino también perdigones y supuestamente, balines. La ciudadanía reclamaba en contra de la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de declarar inadmisible el recurso de Luisa Ortega Díaz, fiscal general de la República, solicitando la nulidad de la constituyente. El actuar de los uniformados dejó el saldo de tres heridos, además de varios desmayados y afectados por el humo químico.
La marcha de los zulianos fue simultánea a la de otros estados del país. En todas las regiones la meta fue ir al Poder Judicial. Antes de partir, los marabinos se concentraron en Plaza de La República. Allí, apuntaron sus firmas para adherirse a la iniciativa de la fiscal con base en el artículo 333 de la Constitución, que establece el deber de los ciudadanos de defender el hilo constitucional. En un principio, tenían previsto llevar los documentos hasta el Circuito Judicial, pero mientras llenaban los formatos, recibieron la noticia de que el TSJ negó el recurso de la alta funcionaria.
Emerson Blanchard, coordinador de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en el Zulia, refirió que la movilización masiva demuestra la validez del proceso que inició la fiscal. Condenó la acción de los organismos de seguridad contra esta expresión popular con la que la gente hace uso de su derecho constitucional.
“Cuando interpones un recurso y tienes la adhesión de un pueblo, esto tiene una validez moral que no puede negar ningún tribunal, aún si la niega queda vigente porque queda demostrado”, dijo.
Las pancartas, las consignas contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro y el tricolor venezolano destacaron durante toda la caminata. Estuvieron acompañados por Eveling de Rosales, alcaldesa de Maracaibo, diputados de la AN y dirigentes de la MUD. Antes de llegar a Banco Mara y considerando los antecedentes con el actuar de los uniformados, miembros del equipo de primeros auxilios alertaron a los colegios de alrededor para que soltarán a los alumnos con tiempo. Padres y docentes no descartaron el riesgo, ya que el pasado 10 de mayo, los niños también fueron afectados por los gases. Los soltaron con la aprobación de representantes.
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La marcha avanzaba. No lanzaron piedras, ni agredieron a nadie. Al llegar, solo bastaron minutos para que fueran dispersados con gases lacrimógenos. Los motorizados del CPBEZ y de la GNB los persiguieron. Hay testimonios de manifestantes que afirman haber sido golpeados. Muchos corrían en pánico, otros cayeron desmayados.
La acción despertó la molestia de la ciudadanía que trató de defenderse lanzando piedras. No se retiraron, resistieron trancando las calles adyacentes. Así estuvieron hasta poco después del mediodía, cuando seguían afrontando las bombas tóxicas. La refriega se extendió por más de dos horas.
Heridos
La arremetida dejó el saldo de tres heridos que trasladaron a una clínica de la ciudad. Los lesionados fueron Luis Araujo (24), coordinador de PJ en San Francisco y estudiante de Ciencias Políticas de LUZ, herido por un balín en el pómulo, cerca del ojo derecho; José Díaz (26), militante de VP y estudiante de Derecho de LUZ, quien por huir se cayó y se fracturó el brazo izquierdo; y Adelson Vázquez (29), comerciante, a quien reanimaron en el centro de salud, ya que presentó asfixia por una reacción alérgica al gas lacrimógeno; además hubo desmayados y otros afectados por el humo químico, pero de estos no hay una cifra oficial.