Ahora
Ahora el Paseo Colón se llama Paseo de la Resistencia Indígena. No me había fijado que en el pedestal del (antiguo) Paseo Colón colocaron una muy fea estatua de un cacique. No tengo nada en contra de los caciques ni de nuestros indígenas, básicamente porque tengo sangre timotocuica y probablemente también cumanagota. Pero esa estatua es un insulto al buen gusto. Pero no es de la estatua de lo que quiero hablar.
Como la mayoría abrumadora de los venezolanos, también tengo sangre europea. Nuestro mestizaje es lo que nos convierte en una raza cósmica, por eso no entiendo esa insistencia en sumergirnos en un revisionismo histórico, crear nuevos odios de viejos cuentos, cuando los textos históricos indican que no hubo tal resistencia, al menos durante muchos años.
Me gustaría saber qué hicieron con la estatua de Colón y las estatuas que estaban a su lado. Deberían entregarlas a la Embajada de Italia o al Centro Ítalo Venezolano. Además de que eran bellas, siempre las sentí como un homenaje a la inmigración italiana que ha sido tan próspera y sobre todo, que ha querido tanto a nuestro país.
Tengo cientos de ejemplos que puedo nombrar. Gente que conozco y quiero, como Grazia y Giovanni Napolitano. Ellos nacieron en Sicilia. Grazia era una bebé cuando llegó a Venezuela. Giovanni tenía 14 años. Aquí se casaron, tuvieron sus hijas y sus nietos, todavía trabajan todos los días y se sienten venezolanos como el que más, porque sencillamente, son venezolanos. Ahora que los venezolanos sabemos lo duro que es emigrar, debemos considerar mejor y querer más a quienes vinieron a hacer de nuestra patria la suya.
Hace un par de semanas, Giovanni me leyó un texto que escribió que me conmovió hasta las lágrimas. Hablaba de las fronteras. De allá donde nació, de aquí donde creció y ha vivido la mayor parte de su vida. “Aquí me dicen “musiú” y entiendo que es por cariño. Sé distinguir cuándo el apodo es insultante. El otro día me gritaron “pitiyanqui, vete para tu país” y yo me quedé pensando “¿para dónde me voy a ir, si yo soy venezolano?”. Es verdad que nací en Italia y tengo mi pasaporte italiano, pero mi patria es Venezuela”.
Para mí el Paseo Colón seguirá siendo el Paseo Colón y los italianos, mis queridos italianos… Gracias por haber venido… ¡Gracias por seguir aquí!