Arias Cárdenas perdió cuatro años, más la ñapa de gestión, tiempo que aprovechó Juan Pablo Guanipa para dedicarse a hablar, vivir y sentir a las comunidades populares, las que nunca abandonó, y en las que hoy está recogiendo la buena siembra que hizo, y que lo llevará al Palacio de los Cóndores
Todo está decidido, Juan Pablo Guanipa será elegido este domingo 15 Gobernador del Zulia. Las encuestas le dan una ventaja de 20 puntos, con una participación en el orden del 50-55 % de los electores. Francisco Arias Cárdenas pierde su reelección.
Los zulianos tienen sobradas razones para negarle su apoyo. Su gestión ha sido de indefiniciones y manejo de una política personalista divorciada de las bases del PSUV. Imponiendo un entorno personal y de Gobierno que no ha tenido aceptación, contribuyendo a los enfrentamientos de las tendencias internas y la marginación de figuras del chavismo. En su gestión nada importante se puede reseñar. Al Zulia como región no le deja nada. La autopista Lara-Zulia, iniciada por Manuel Rosales, la continuó con lentitud, sin entusiasmo, quizás para evitar que los ciudadanos a la medida de su avance, pensaran en la imagen del ex gobernador.
En salud todo ha sido una tragedia, con instalaciones colapsadas. Un transporte público que se inició bien con nuevas unidades, y hoy apenas si existen. En Maracaibo sólo sentimos los cortes de agua y los apagones. La inseguridad y la criminalidad se propagaron por todo el estado, acabando la calidad de vida en algunos municipios.
En nuestra ciudad se creó una Policía (correcaminos) en cierto modo elitesca, ausente de las barriadas, aun cuando se le reconoce eficiencia. En su equipo de gobierno, sólo se destaca el trabajo para combatir la delincuencia de la Secretaría de Seguridad. Los programas para la alimentación en los colegios son deficientes. Las grandes obras anunciadas para el Zulia son cementerios de la corrupción. En los estadios de la ciudad, salvo en el Pachencho, sólo se ve el abandono.
En materia de cultura desapareció todo lo bueno hecho anteriormente. El contrabando de alimentos y medicinas se adueñó del comercio, fijando precios escandalosos. La basura es dueña de todas las calles y avenidas de la ciudad, luego de que ilegalmente asumió el servicio. Intervino y desmanteló a Polimaracaibo.
En fin, Arias Cárdenas perdió cuatro años, más la ñapa de gestión, tiempo que aprovechó Juan Pablo Guanipa para dedicarse a hablar, vivir y sentir a las comunidades populares, las que nunca abandonó, y en las que hoy está recogiendo la buena siembra que hizo, y que lo llevará al Palacio de los Cóndores, y con él el pueblo humilde regresará a la Plaza Bolívar, a exigir al gobernador por sus intereses. Seguros estamos que tendrá respuestas.