El
La inflación dejó atrás al aumento salarial. La brecha entre ambas cifras para final de año será desproporcionada. José Guerra, economista, afirma que un aumento ideal sería de 50 por ciento más. En ese escenario, el incremento sería de tres mil 710,83 bolívares, para que el salario pueda alcanzar los Bs. 11 mil 132.49.
De realizarse este ajuste, el monto continuaría siendo insuficiente para cubrir la canasta básica de una familia de cinco personas, cuyo precio según datos del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), se ubicó en 42 mil 846,91 bolívares en el mes de mayo. Se necesitarían más de tres de estos sueldos hipotéticos para costear estas carencias.
Guerra asegura que en lo que va de año, la inflación acumulada ronda 40 por ciento, una cifra que sobrepasa el 30 por ciento que se aumentó desde mayo. Agrega que por esta razón, otra subida antes del cierre de 2015 es “urgente”.
Explica que a pesar de que los ajustes salariales usualmente incrementan la inflación, esta medida es necesaria puesto que “los sueldos están deprimidos y un trabajador no puede esperar a que baje la inflación para que le rinda el salario”.
El economista expone que no hay manera de que el trabajador tenga un buen poder adquisitivo con una inflación tan alta como la del país. El Fondo Monetario Internacional estima que este índice escalaría el 96,80 por ciento este año.
Guerra agrega que la problemática representa un dilema grande, pues si no hay aumento, el trabajador experimenta dificultades para adquirir productos esenciales. Pero, en el caso contrario, la medida podría generar más inflación si no se acompaña de otras políticas complementarias.
Acota que la medida más idónea para bajar la inflación tiene que ver con el Banco Central de Venezuela y con la disminución de la impresión de dinero “para financiar el déficit fiscal”.