
El periodista zuliano, Gustavo Velazco, radicado en Costa Rica, asegura que su trabajo está más vivo que nunca
Amigo del micrófono, aliado de la cámara, apasionado por su profesión. De sus primeras coberturas en Zulia recuerda una en particular. “Tenía máscara antigases, se le cayó uno de los filtros y no me di cuenta. Seguía hablando, estaba en vivo y me fui quedando sin respiración hasta que caí desmayado”. En ese momento Gustavo Velazco, era reportero del Canal 11 y hoy día radica en Costa Rica.
Otra de las coberturas que tiene en mente es la del caso del avión West Caribbean Airways, la peor tragedia aérea de Venezuela que vivió Machiques. “Nos tocó caminar en medio de un pantano lleno de muertos y vi asientos donde quedaron las manos de los pasajeros pegadas”.
En el periodismo, de acuerdo con Velazco, se deben asumir retos y atravesar innumerables dificultades.
Olfato por la noticia
En el Canal 11 del Zulia despertó la intuición periodística. Nila González, su jefa en aquel entonces, lo ayudó a perfilar el “olfato por la noticia”.
Velazco, quien trabajó 18 años con Venevisión, detalla: “La primera pauta resultó una denuncia, estaban lanzando cuerpos en un hueco cerca del Cuartel Libertador (Maracaibo). Hice la nota. Sin embargo, no le dije al camarógrafo que hiciera tomas al hueco, llegamos con entrevistas y demás, pero sin el hueco. Me hizo devolver, aún me regaña por eso”.
Recapitula sobre la cobertura del caso de Ángel Pedreañez, un soldado que murió quemado en una celda de castigo. “Días sin dormir esperando la noticia. Ahí también investigamos porque había cabos sueltos. Creamos una escuela con varios compañeros para ayuda mutua. Todos nos matábamos por descubrir algo y pulimos nuestro colmillo con cada historia”.
Inspiración
Desde temprana edad sintió amor por la comunicación. Narra: “Mi padre me enseñó a hablar en público y me metía en todas las actividades del colegio y la comunidad. De ahí empezó a gustarme. Después, me gradué de bachiller e hice un curso de locución mientras esperaba entrar a la universidad”.
En la radio conoció a periodistas que lo inspiraron para “adorar” a los medios de comunicación, pasó lo mismo al ingresar a la escuela de Comunicación Social de la Universidad Católica “Cecilio Acosta” (Unica).
El periodista, que se graduó en la mención Desarrollo Comunal y disfruta de 25 años de trayectoria, dice: “La radio me enseñó mucho y conocí periodistas que contagiaron pasión por la profesión y compromiso con la verdad”.
La frecuencia radioeléctrica hace latir su corazón hasta la actualidad. Este 2019 aspira regresar al ámbito radiofónico, sin dejar a un lado el sentido informativo por la noticia de primera mano.
Itinerario
De local a nacional. “Comencé siendo reportero del Canal 11. Allí estuve trabajando dos años. Luego, entré a Venevisión cubriendo la fuente de Sucesos”.
Más tarde, se convirtió en jefe de la corresponsalía de Zulia. “Cubría información general porque seguía haciendo calle”.
A su juicio, “todos los medios tienen su esencia y ahora que están evolucionando tanto creo que tenemos que adaptarnos a esos cambios, montarnos en la ola de la tecnología”. Cada uno posee su magia.
En la actualidad “trabajo en CB24, un canal de Centroamérica que inició la colega Andrea Ramírez, productora en Globovisión. Hago el noticiero estelar y un programa de análisis informativo llamado Al Cierre” en Costa Rica.
Velazco llegó presentando noticias. “Ahora soy Gerente de Comunicación e Información”.
“La televisión es uno de mis fuertes, no la he dejado. Cuando salí de Venezuela creí que era mucho más fácil seguir en la TV y en eso me he enfocado”, especifica.
Reconocimientos
Por la serie de trabajos referentes a niños de Colombia que se convirtieron en desplazados, al huir con sus padres de la violencia armada en el vecino país, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) le otorgó una condecoración.
El ex catedrático de la Unica y voluntario en proyectos de responsabilidad social recibió premios de periodismo, tanto regionales como municipales.
“El mayor premio es el reconocimiento de la gente. Es un honor para mí ser ejemplo de nuevas generaciones del periodismo”.
Como periodista asegura que le rinde cuentas a los dueños del canal donde se desempeña. “Sé cuál es la política editorial del medio y siempre he sido un periodista coherente con eso. No respondo a intereses de organizaciones ni políticos de turno. Le rindo cuentas a mi público. Siempre me hago la pregunta: Si yo fuera el afectado, ¿qué preguntaría? Trato de ponerme en los zapatos del otro para poder enfrentar un hecho”.
Agradece el respaldo de sus seguidores. “Estoy súper feliz y agradecido, una satisfacción del deber cumplido; solo sueño con llegar de nuevo a una Venezuela libre donde podamos ejercer el periodismo sin presiones. Mi trabajo está más vivo que nunca”.
Aconseja a los futuros periodistas: “Valoren los principios como la lealtad, la veracidad y la ética. Pongan todas las ganas para ser uno de los mejores”.
Velazco vive el periodismo entre historias crueles y gratificantes. Prefiere quedarse con las pautas como la bajada de “La Chinita” y el fervor zuliano hacia la Virgen de Chiquinquirá.