Hacia la confrontación total

Tenemos que seguir en las calles aplicando el artículo 350 de la Constitución para desconocer al régimen que menoscaba la democracia , la libertad y los derechos humanos fundamentales

Siempre estuvo claro conocer las negras intenciones de Hugo Chávez con la democracia venezolana pues solo bastaba escuchar el discurso en la Universidad de La Habana, en el año 1995, cuando expresó que «llevaría a Venezuela por el mismo mar de la felicidad en el cual había navegado Cuba durante 40 años».

Y claro que estamos cerca de lo que hizo el barbudo criminal y ladrón con Cuba. En síntesis, menos de 16 años bastaron para que los venezolanos nos igualáramos con las penurias de los cubanos, en desabastecimiento de los más elementales productos alimenticios y enseres de uso personal, en escasez de medicinas y equipos e insumos médicos que hacen que los venezolanos mueran de mengua en los hospitales y demás carencias que hoy nos acogotan, algo así como el mar de la felicidad de Chávez.

Hugo Chávez murió y nos dejó a ese extraño ser que lleva cuatro años terminando de ejecutar su obra de destrucción de Venezuela. Odiado y rechazado por todo el país, pretende confiscarnos la democracia con una propuesta inconstitucional forajida y bandolera de constituyente comunal y sectorial que no quiere el pueblo, mediante la cual una minoría elegiría un total de 540 miembros, escogidos a su medida entre los componentes de las ilegales comunas, de los sindicatos paralelos creados ante la imposibilidad de ganar elecciones en los gremios sindicales libres y otras instancias que padrotea Maduro.

La sangre derramada por los jóvenes venezolanos en más de dos meses de protestas pacíficas, reprimidas de la manera más brutal y criminal por las fuerzas de seguridad del Estado, contra la violación de la Constitución, el desconocimiento de la AN y la  constituyente madurista, el hambre y la falta de medicinas, no puede ser en vano.

Si Maduro no recoge su ilegal e indecente propuesta, y se apega al ordenamiento constitucional, permitiendo la realización de las elecciones de gobernadores y alcaldes, tenemos que seguir en las calles aplicando el artículo 350 de la Constitución para desconocer al régimen que menoscaba la democracia, la libertad y los derechos humanos fundamentales.

Si tenemos que ir a la confrontación total, iremos para no permitir que en Venezuela se instaure el comunismo que arrasó con Cuba, que acabe con la república democrática, que acabe con las gobernaciones, alcaldías, Asamblea Nacional y Consejos Legislativos regionales, instancias de la democracia venezolana que los comunistas saben que ya no pueden ganar jamás y de esa manera perpetuarse en el poder.

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