La Policía científica investiga una resistencia al robo, pero no descartan una venganza. Sus familiares lo buscaban al notar que no regresaba a la casa. Recibieron la noticia de su muerte en un comando de la Policía regional
Su día de trabajo tuvo un trágico fin. José Leonel Andara Inciarte (40) fue hallado muerto, el pasado domingo a las 5.00 de la tarde, en el sector Canchancha, parroquia Juana de Ávila del municipio Maracaibo.
Salió a las 4.00 de la mañana en su vehículo Ford Maverick, placa 05AA9YL, con el cual trabajaba como taxista particular. Solía regresar a su casa alrededor de las 9.00 de la mañana para desayunar, pero ese día no volvió.
Sus familiares lo buscaron desesperadamente en hospitales y comandos policiales, pero no lo encontraban. Continuaron su búsqueda y al preguntar por su paradero en la sede de la Policía científica, subdelegación Maracaibo, vieron su carro estacionado.
Le preguntaron a los funcionarios y estos les comunicaron que lo encontraron muerto en Canchancha. El vehículo estaba abandonado en la zona. Unos vecinos llamaron al cuerpo de investigaciones para reportarlo como robado. Al llegar al lugar, los efectivos abrieron el maletero y se toparon con el cadáver, ensangrentado, apuñalado, amordazado y maniatado de José Leonel.
“No conocemos las causas de su asesinato”, comentó un pariente a las afueras de la morgue forense mientras esperaba por el cadáver. Presumen que lo mataron para robarlo porque se llevaron todas sus pertenencias y documentos personales, detalló.
Andara tenía un hijo de ocho años y vivía con su pareja en el sector Altos II.
La Policía científica investiga el móvil del crimen como una resistencia al robo. No descartan una posible venganza. Indagan en el entorno de la víctima para determinar posibles vínculos conflictivos que hayan llevado a terceros a tomar represalias en su contra.
Posible riña
Un funcionario del cuerpo de seguridad informó que estiman la causa del homicidio como una posible pelea en la que se haya visto involucrado la víctima por su presunto estado de ebriedad, puesto que del interior del vehículo emanaba un fuerte olor a alcohol.
Asedio contra taxistas
El hampa mantiene en vilo a los trabajadores del volante. Este es el segundo asesinato contra un taxista en las últimas dos semanas. A Javier Alexi Gómez Marquina (40) lo asesinaron, el 16 de marzo, frente a su residencia, en el sector 4 de la urbanización San Jacinto.
Trabajaba como chofer de la línea de taxis del centro comercial Sambil. Unos delincuentes se le acercaron y le exigieron que entregara el carro. Este se rehusó y le propinaron varios tiros. Lo llevaron al Hospital Dr. Adolfo Pons, pero ingresó sin signos vitales.