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Ya era de día, el sol había salido hace horas para comenzar un nuevo día; pero la familia de Ignacio Junior Albornoz Zabaleta, de 19 años, no comenzó bien su mañana. El joven tenía horas desaparecido, no había ido a dormir a su casa. La búsqueda llegó a su final, y Albornoz Zabaleta apareció, pero su vida ya se la habían arrebatado.
El dantesco hallazgo lo hizo un familiar, ayer a las 9.00 de la mañana, cerca de los pozos petroleros de Petroleos de Venezuela, en el kilómetro 54, en la parroquia Andrés Bello, del municipio La Cañada de Urdaneta. Al verlo tiroteado en plena carretera en el lugar descrito, con las pocas fuerzas que le quedaban alzó su voz y llamó a los familiares que estaban circundantes en la zona para avisar que el cadáver había sido encontrado.
Luego de haberlo localizado, llamaron a la Policía científica para que procediera a levantar el cuerpo del occiso y comenzar las experticias en el lugar. El cuerpo lo levantaron funcionarios del cuerpo detectivesco adscritos al Eje de Homicidios, de la Base Fronteriza Machiques – La Villa, para trasladarlo a la morgue forense de Maracaibo para su necropsia. Los funcionarios manejan la venganza como móvil del asesinato.