20
José es contador público y al grueso de sus clientes los atiende vía Internet. De eso, vive él, sus dos pequeños y su esposa. Las historias de carencias y problemas se extienden por la urbanización La Floresta desde principios de año, cuando delincuentes desconocidos hurtaron el cableado de cobre y dejaron sin línea telefónica e Internet a los vecinos y comerciantes de la zona al oeste de la ciudad.
Los residentes de la calle 79G denunciaron que perdieron empleos, oportunidades de estudio y distracción. Peluquerías, lavanderías, abastos y líneas de taxis vieron cómo su clientela mermó hasta en un 90 por ciento. Una de las empresas de vehículos que prestaba sus servicios comerciales a particulares, pasó de tener una flota de 16 carros a cinco.
Los comercios dejaron de ofrecer el servicio del pago a través de puntos de ventas o transferencias. Para los lugareños la situación es insostenible y lamentable. Señalan que pese a estar al tanto de la situación, CANTV no responde a sus exigencias de reconectar el servicio. La comunidad también acusa problemas con el suministro de agua y gas doméstico.