Los duques de Sussex viven en el enclave de Montecito, Santa Bárbara, California, lejos del escrutinio mediático
El príncipe Harry y su esposa Meghan están planteándose la posibilidad de mudarse a la deslumbrante ciudad costera de Malibú, en California.
Los duques de Sussex viven a unos 110 kilómetros al norte, en el enclave de Montecito, en Santa Bárbara, donde hace tres años compraron una mansión de 14,7 millones de dólares con nueve dormitorios, para criar a sus hijos Archie y Lilibet lejos del escrutinio mediático que soportaban en Inglaterra.
Parece que el matrimonio no termina de sentirse satisfecho con el grado de intimidad que les proporciona su actual hogar y está tratando de encontrar un lugar más aislado, pero que se encuentre también más cerca de Los Ángeles.
Ese lugar existe y lo han encontrado en Malibú, donde el pasado fin de semana festivo visitaron un terreno que está a la venta por 8 millones de dólares y que cuenta ya con todos los permisos necesarios para comenzar a construir. De hecho, hay contratado incluso un equipo para iniciar las obras cuanto antes y se ha ganado tiempo construyendo una enorme piscina.
El principal atractivo de la propiedad es que cuenta con un largo camino de acceso, protegido por una puerta de entrada, que lleva hasta el lugar donde se situará la vivienda principal, lo cual protege de curiosos y miradas indiscretas. Otra ventaja es que los duques tendrían la oportunidad de construir la casa a su propio gusto.
Según el portal TMZ, Harry y Meghan se están planteando vender su casa de Montecito, donde tienen por vecinas a estrellas de la televisión como Oprah Winfrey y Ellen DeGeneres, para mudarse a tiempo completo a Malibú.
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