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Hasta morirse es un lujo. Una urna pequeña, de un metro de largo, fabricada en compuesto de fibra (MDF) puede llegar a costar 450 mil bolívares. Lo que impulsa a las funerarias y familiares a comprar estos ataúdes son los costos. De igual modo, la obtención de la materia prima para la elaboración de cofres es difícil, el aumento de los insumos es casi semanal.
Actualmente no se usan ataúdes de madera, sino los llamados compuestos, que son de tablero de fibra de densidad media (MDF). Algunas microempresas salieron al rescate para solventar esta inevitable realidad a precios accesibles. Rafael León, productor de urnas en la urbanización San Jacinto, ofrece ataúdes para infantes que van de 50 centímetros hasta un metro de altura.
León expreso que “me resulta más económico, fabricar las urnas con el componente de MDF, ya que una lámina de hierro me sale en 400 mil bolívares, lo que me eleva los costos al punto de no tener un margen de ganancias justo como emprendedor”.
Agrego, que la empresa tiene cuatro meses en Maracaibo, ya que es oriundo del estado Aragua, sin embargo tiene 28 años en el oficio de la fabricación de ataúdes y trabajos de carpintería.
Los precios de las urnas para infantes están desde los 250 mil hasta 450 mil. La llamada “tapita” es considerada la urna más económica del mercado, si se puede considerar económico el hecho de que su costo sea el equivalente a un salario mínimo.
Desventajas
Aunque comparado con un cofre de latón, el de madera es más económico, el MDF no es igual de resistente. Los riesgos que corre el doliente son varios. El contacto de los líquidos del cadáver con la madera puede aflojar las láminas, dejar que los mismos se filtren y caigan al suelo o en el extremo no soportar el peso del cuerpo y ceder. Ante estos posibles accidentes los fabricantes tomaron sus previsiones. Las urnas son forradas con una lámina de vinil para mantener aislado el cuerpo dentro del cajón y le hacen una cama de aserrín para que absorba la humedad del cuerpo.