Se
Hay economías, que además de ser altamente informales (su actividad productiva está al margen de la ley, por razones de elusión fiscal o de controles administrativos) como la venezolana, también son subterráneas. Una economía subterránea, es aquel tipo de economía cuyas actividades están contra ley, es decir son delictivas, como la prostitución, los juegos de azar, tráfico de drogas, el lavado de dinero, contrabando de extracción e intracción y eventualmente los delitos de violencia (crimen organizado), la características fundamental entre ellas es que son altamente remunerativas.
En economías como la de Colombia, Perú y Bolivia según www.enciclopediadelapolitica.org, la "economía de la cocaína", con un capital circulante calculado en 500 mil millones de dólares, es un negocio extraordinariamente rentable. Constituye para Colombia una fuente de ingresos más importante que la exportación de café o de piedras preciosas. Se estima que alrededor de un millón 700 mil colombianos viven de esta economía subterránea, en sus diversas fases que van desde el cultivo de coca hasta el "blanqueo" de dinero procedente del narcotráfico.
Desde hace dos años y tres meses nuestra economía debió haber colapsado, ello se debe a varios factores como la caída de abrupta de los precios del barril de petróleo de 100 dólares promedio a 40, el desplome de la producción petrolera de más de 530 mil barriles diarios según cifras de la Opep, siendo esta actividad quien le aporta al país el 96 % de las divisas que ingresan vía exportaciones.
Las reservas internacionales (ahorros de la República), han caído estrepitosamente de 22 mil 77 millones de dólares al cerrar 2014 a 10 mil 30 millones de dólares al culminar julio de 2017 según el BCV; con un servicio de pago de deuda externa anual oscilante entre 10 mil y 15 mil millones de dólares en los últimos tres años y una balanza de pagos deficitaria en los últimos seis años.
Así mismo el PIB presenta una contracción de la actividad económica del 3,89 % en 2014, 4,53 % en 2015 según el BCV; de acuerdo al FMI, el PIB se contrajo 10,10 % en 2016, en 2017 un 7,40 % y para 2018, 4,1 %; por ello la pregunta obligada que surge es ¿sobre qué bases se está sosteniendo la economía en Venezuela? Para mantener cierto nivel de abastecimiento, pagar su deuda externa y financiar el componente importado del plan operativo anual de la estatal petrolera.