La sangre le corría por los brazos a Oscar Pedraza, conductor del Optra, pero en lo único que podía pensar era en su esposa embarazada. “Tiene seis meses de gestación”, repetía una y otra vez, mientras pasaba las manos por su rostro para limpiarse el agua de lluvia que lo mojaba
En la calle 76 con avenida 9B, detrás del Bingo Maracaibo, un Spark plateado, placa AC575VA, colisionó ayer, a las 11.15 de la mañana, contra un Optra plateado, placa A6D05R. Dos embarazadas, María Pérez y Pedraza, resultaron gravemente heridas. Sus familiares se culpan entre sí por el accidente. “Ninguno quiere asumir la responsabilidad”, señaló un policía.
La sangre le corría por los brazos a Oscar Pedraza, conductor del Optra, pero en lo único que podía pensar era en su esposa embarazada. “Tiene seis meses de gestación”, repetía una y otra vez, mientras pasaba las manos por su rostro para limpiarse el agua de lluvia que lo mojaba. La conductora del Spark viajaba con exceso de velocidad, “se comió el pare y nos llevó por delante”.
Tras el impacto, el vehículo de Pedraza chocó contra un brocal, el capot se destrozó al igual que el parachoques. Su esposa que iba en el asiento del copiloto sufrió contusiones en el cuerpo, mientras los bomberos de PDVSA la estancia se encargaron de trasladarla hasta una clínica, el comerciante intentaba resolver el problema con los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana y miembros del Centro de Coordinaciones VEN 911.
Al otro lado de la calle, el padre de María Pérez miraba con asombro como la grúa levantaba el vehículo de su hija. Aseguró que la joven tenía cinco meses de embarazo. “Nunca pondría su vida en riesgo”, de hecho, su madre la acompañaba. Debido a la gravedad de las heridas que recibió, los bomberos la trasladaron hasta el hospital Adolfo Pons, donde permanece recluida con pronóstico reservado.