Historia tardía

Esta situación alentadora no es sorpresa, para los que padecemos como seres acorralados este contexto desproporcionado y descontextualizado de una república cada vez más desfasado

Esta es una historia difícil de contar por lo desajustado de su acontecer, pero no imposible de suceder porque desafortunadamente acontece de manera trágica y realista en diversas regiones de Latinoamérica, continente aún desgarrado por teorías trasnochadas de mentes estrechas. Trata como tema protagónico el entorno de un primer mandatario suramericano, presidente de un país tropical a orillas del Mar Caribe, rico en minerales y  recursos naturales, habitado por casi 30 millones de personas, diversas y entusiastas, quienes recientemente participaron en elecciones parlamentarias, convocados masivamente por el desbordado drama social, moral y económico que atraviesa esa nación bolivariana, resultando triunfadores con 112 diputados el grupo adverso a dicho gobernante, sellando con su conquista, oficialmente la mayoría calificada de la oposición en la Asamblea Nacional de ese territorio mágico y emprendedor.

Esta situación alentadora no es sorpresa, para los que padecemos como seres acorralados este contexto desproporcionado y descontextualizado de una república cada vez más desfasada, sometida a  atmósferas de evasión pesadas y lamentables. En la victoria de esta nueva mayoría opositora que legislará a partir del próximo 5 de enero se advierte la presencia de hombres y mujeres vitales y dolientes, capaces de enfrentar en carne viva con gritos democráticos y libertarios la diaria embestida de la muerte, ejercida por un oficialismo liderado por el citado gobernante, agónico y convaleciente, detonante fundamental de la estrepitosa derrota electoral oficialista.

Tal y como lo anunciará Heinz Dieterich, sociólogo alemán asesor del fallecido presidente Chávez e ideólogo del Socialismo del siglo XXI, la elevada inflación, el desabastecimiento, el desempleo y la inseguridad, afectarán irremediablemente a los sectores más empobrecidos y el gobernante chavista entretenido en crear una burocracia tras otra, carente de liderazgo político creíble para la clase media y las mayorías, desprovisto de un plan máster que convenza a la gente de las condiciones para resolver y solucionar los urgentes problemas, así como la implementación de una campaña psicológica, sana y honesta, explicando a la ciudadanía los esfuerzos comunes para salir de la crisis, condujeron a su propia ilegitimidad para generar transformaciones.  

El  episodio central del cuento radica en que dicho señor gobernante, sometido a códigos antiéticos, alejados de Dios, rodeado de súbditos parcializados, por ahora, pretende desconocer el sentido de unas elecciones permitidas y tuteladas constitucionalmente, exclamando a todo pulmón que la fatal derrota  oficialista es culpa de la guerra económica implantada por la terrible derecha, imperialista y oligarca, cuando fue el mismo pueblo mayoritariamente rebelado, quienes votaron contra su desastroso mandato. Cualquier parecido con la realidad existente es pura coincidencia histórica.