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Las especulaciones sobre el asesinato de Estela Marina Larreal Parra (74) terminaron. Diversas hipótesis preliminares, entre las cuales figuraba una posible autoría material de su hijo, quien vivía con ella, convergieron en una conclusión final: a la exsecretaria jubilada de PDVSA la mataron por una deuda millonaria, según informó la División de Homicidios de la Policía científica en Zulia, que ejecutaba las investigaciones.
El pasado 31 de diciembre de 2016, un grupo de maleantes se adentró en su casa y la ultimaron a palazos en la cabeza detrás de su vivienda, en el conjunto residencial Okinawa, municipio San Francisco.
Según el cuerpo de investigaciones, su muerte se debió a un crimen por encargo y fue planeado por un hombre que le debía a Estela Larreal una alta suma de dinero. Se presume que este contrató a un sicario para que la matara y así no pagarle la deuda.
Las primeras hipótesis aducían el móvil del homicidio a un robo. Los detectives presumían que unos ladrones la mataron para robarle sus bienes.
Denunciar a unos delincuentes hace cuatro meses antes de su muerte habría sido la causa de una venganza en su contra, según un funcionario.
Las incidencias en torno al caso orientaron las pesquisas al hecho de que Marcial González, uno de los hijos de la víctima, se encontraba en su casa a las 8.10 de la mañana del 31 de diciembre, hora en la cual se produjo la matanza.
No encontró a su madre después de haberla buscado exhaustivamente. La halló muerta a unos 20 metros de la casa, en el patio, aseguró Marcial.
El informe forense que arrojó la necropsia de ley determinó que la causa de su muerte fue la brutal golpiza que recibió.
La Policía científica aún trabaja para identificar a los autores material e intelectual del asesinato.
La duda surge entre los investigadores sobre la forma en cómo se habría cometido el crimen. Según una vecina, Larreal estaba cerca de su vehículo, un Chevrolet Aveo, cuando le quitaron la vida en la mañana, unas dos horas después de que la vio.
“¿Para qué molestarse los homicidas en sacar el cuerpo sin vida de la casa, saltar una pequeña cerca y dejarlo botado a unos 20 metros?, se preguntaron unos detectives ligados a la investigación.
“El robo está totalmente descartado simplemente porque no se llevaron absolutamente nada”, comentaron.