Un
El patio trasero del Hospital Universitario de Maracaibo está convertido en un vertedero de basura clandestino. Un recuadro de bloque y cemento sirve para esconder el basurero que ya alcanza los tres metros de altura. En el lugar, los enfermeros vestidos aún con batas quirúrgicas de pabellón lanzan sin desdén las bolsas con los desechos.
Cajas, cauchos, bolsas con material quirúrgico, hasta una van y un autobús reposan en el recinto de al menos 810 metros cuadrados, que solo se puede observar desde lo alto. Esta acción enciende las alarmas sanitarias debido a las consecuencias que podrían desencadenar la descomposición de estos desechos en plena metrópoli.