Ícono zuliano

Que no muera su historia, que nunca se olvide su amor incondicional por nuestras hermosas tradiciones, que no se pierda su gran aporte a la gaita zuliana

Hoy evoca el recuerdo, de una hermosa época, a finales de los años 70, eran muy buenos tiempos, los que se vivían en el medio artístico zuliano gaitero, se escuchaban con mucha fuerza, a nivel regional, nacional, y con proyección internacional inclusive, agrupaciones gaiteras de mucha valía, entre las que destacaban: Cardenales del Éxito, Rincón Morales, Barrio Obrero de Cabimas, Los Compadres del Éxito, la Gran Montonera, el Saladillo, entre otras, con esta última agrupación para esa década tuvo una brillante, inolvidable y destacada actuación “El Látigo de la Gaita” Germán Ávila, a quien dedico estas breves líneas.  

Se nos fue un pedazo de aquella genuina tradición, así rezaba el estribillo de una hermosa gaita, hoy convertido en todo un agraciado clásico de nuestra reina del folclore, interpretado magistralmente por Germán Ávila el “Látigo de la Gaita”, nacido en la populosa barriada de Santa Lucía, por allá en el año 1946, desde muy joven se inició en el mundo de la gaita zuliana, de reconocida y connotada trayectoria con agrupaciones gaiteras de preponderante popularidad como el conjunto Saladillo de RQ, Cardenales del Éxito, Los Colosales, entre otros, en todas cumplía con un rol de participación estelar y protagónica, que le valieron un sitial de honor en el corazón del pueblo zuliano. 

Su partida constituye una pérdida irreparable para nuestra reina del folclore zuliano la gaita, se nos fue un ícono de nuestro gentilicio zuliano, hablar de Germán Ávila, es hablar de la gaita zuliana, es que su acento, su potencia en la voz, le valieron el denominador del “Látigo de la Gaita”, su estilo recio al interpretar la gaita era único dentro de este género musical zuliano, muchos fueron sus temas gaiteros grabados para la historia, sublimes e inigualables, allí están: La botellita, Gaita entre ruinas, Frente a frente, Palomita negra, la Esquina del recuerdo, Plaza Baralt, La voz de la gaita, entre muchísimas otras. Como olvidar por allá a finales de los años 70 con el conjunto Saladillo, ese dúo inolvidable con su inseparable amigo Douglas Ochoa, hermosas gaitas que quedaron cinceladas para siempre como una huella imborrable en el sentimiento de los zulianos, especialmente de los amantes de la gaita zuliana.

Que no muera su historia, que nunca se olvide su amor incondicional por nuestras hermosas tradiciones, que no se pierda su gran aporte a la gaita zuliana; Germán Ávila el “Látigo de la Gaita”, ha sido sin duda alguna uno de los más prominentes solistas gaiteros nacido en esta tierra y uno de los zulianos que ha llevado a lo más alto el nombre de nuestra hermosa región; Dale señor el descanso eterno y que brille para él la luz perpetua, descanse en paz el “Látigo de la Gaita”, Germán Ávila.