
Ante la escasez, la compra de hostias se volvió una odisea, pues en la capital larense hay 120 parroquias, un número imposible de abastecer por la poca materia prima
El padre Yorman Carrillo junto al padre Felicísimo, sacerdotes de la iglesia San José de Barquisimeto, desde hace un tiempo preparan ellos mismos el pan que día tras día se encargan de repartir durante la celebración de la misa. Ante la escasez, la compra de hostias se volvió una odisea, pues en la capital larense hay 120 parroquias, un número imposible de abastecer por la poca materia prima.
La tradicional hostia ya no se ve en el mercado. Pues la falta de harina de trigo hizo, que incluso los productos para la cena del señor desaparezcan. Esto llevó a que algunas iglesias busquen otras opciones para cumplir con el mandato bíblico.
Tal es el caso de la Iglesia San José, ubicada en la calle 25, entre carreras 21 y 22 de Barquisimeto. Allí Carrillo junto a Felicísimo preparan el pan eucarístico, según publicó La Prensa de Lara.
La inversión mínima es de cinco millones de bolívares para comprar los 12 paquetes de obleas y vinos para garantizar la comunión. Aunque al hacer sus propias hostias no abaratan costos, explica que es la mejor forma de poder tener al día el implemento para el sacramento, pues en un taller dentro la iglesia tienen las máquinas especiales donde preparan la oblea que luego cortan en pequeños círculos.
Explica que también sufren para conseguir la harina, pues el precio en la calle supera el millón de bolívares, por lo que ahora les toca pedir colaboración a la feligresía “siempre están dispuestos a ayudar”.