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El día de hoy abrió sus puertas el parque temático de Disney inspirado en Avatar, la película más taquillera de la historia, en las afueras de Orlando, Florida.
Más de seis años y casi mil de millones de dólares de inversión, según informaciones de prensa, ha necesitado el grupo Disney para concluir lo que el director de Avatar, James Cameron, ha definido como “un sueño que se ha hecho realidad” frente a sus ojos.
“Pandora, el mundo de Avatar” está situado dentro del Parque Animal Kingdom de Disney, en las afueras de Orlando, la meca de estas atracciones para niños y adultos, y ocupa un espacio de 48.600 metros cuadrados.
Lo primero que llama la atención al entrar a Pandora es un sonido propio que se asemeja al canto de pájaros. Después vienen los animales raros, las lluvias fosforescentes que invitan a la relajación, una naturaleza verde de flores gigantescas y árboles enormes y las montañas flotantes y las cascadas que bajan por ellas.
El visitante está en el valle de Mo’ara, un lugar que no aparece en el exitoso filme de ciencia ficción de 2009, y en un tiempo posterior al que viven sus protagonistas (mediados del siglo 22).
Tras pasar por un puente vetusto, los visitantes de Pandora, un planeta habitado por los Na’vi, seres de piel azul y respetuosos de la naturaleza, el visitante cruza grutas con signos cuneiformes en sus rústicas paredes, que dan una idea de la vida pasada de esta civilización extraterrestre.
Luego se adentra hacia un bosque de luces, una flora única, con pequeños detalles, como lluvias de colores, y puede avistar la vida salvaje que allí habita.
Además de Cameron, asistió el productor Jon Landau y los principales actores de la película, entre ellos Zoe Saldaña y Sigourney Weaver.
Pandora, ubicado en el sistema de la estrella Alpha Centauri, a más de cuatro años luz de la tierra, pero en realidad a un paso de Orlando, en el centro de la Florida, cuenta con dos atracciones principales.
El Avatar Flight of Passage es un simulador parecido a una motocicleta que transmite una sensación real de estar sentado sobre un “banshee”, el animal mítico y de iniciación de los Na’vi, con el que el visitante sobrevuela Pandora y tiene encuentros cercanos con depredadores extraterrestres y criaturas extrañas.
El Na’vi River Journey, una aventura más relajante, consiste en un recorrido en bote a través de un río que se va adentrando en un mundo diferente de plantas y bosques celestiales, bañados por un juego de luces bioluminiscentes por las noches.
Es durante este trayecto que el visitante tendrá la oportunidad de toparse de cerca con la figura del Chamán de las Canciones, de tres metros de altura, que envía con su canto mensajes de buena voluntad a los humanos.