Campesinos
Incalculables pérdidas de cosechas y animales domésticos y silvestres, a causa de los incendios prolongados en la Sierra de Perijá, en los municipios Rosario y Machiques, denuncian los campesinos y grupos ambientalistas de la zona.
En los sectores El 22, El Pavo y los asentamientos sobre los ríos La G, Río Piche y Cogollo, del municipio Rosario de Perijá, la situación es dramática porque existe una total anarquía. “Vemos como se destruye nuestros sembradíos de yuca, topocho, maíz y los animales que estamos criando”, dijo desesperado José Gregorio Martínez, propietario del fundo Monteverde, quien hizo un llamado a las autoridades competentes para que se avoquen a controlar la situación.
“Pedimos al gobernador Arias Cárdenas que nos ayude porque hemos quedado desvalidos. Perdimos las mangueras que con tanto esfuerzo habíamos comprado para regar los sembradíos. Estos son los equipos que utilizamos para traer agua desde los manantiales y ríos que también están afectados por esta quema”.
Los afectados pidieron la presencia de los funcionarios del Instituto nacional de Parques (Inparque) por ser el ente que tiene a cargo la vigilancia y control de este Parque Nacional. Otro problema que atenta contra el ecosistema del macizo montañoso es la tala indiscriminada por parte de quienes se instalan en la zona haciéndose pasar como pequeños productores. “Su fin principal es la comercialización de la madera en complicidad con algunos funcionarios”.
En el municipio Machiques de Perijá, la zona más afectada está ubicada en el eje Tokuko, donde la candela hace estragos desde hace varias semanas.
“Desde mediados del mes de enero ha habido grandes incendios en las cuencas de los ríos Aponcito, Apón, Negro o Kunana, Maraca, Yaza y ahora nos tocó en la cuenca del río Tukuko”, informó a través de la redes sociales el fray capuchino Nelson Sandoval, misionero de la zona.
“El cerro Piyitakü de la sierra de Perijá, a cuyos pies está la misión del Tukuko, el que llaman la Cara del Indio, arde en llamas. Y no lo han encendido unas manos inescrupulosas enemigos del gobierno para desestabilizarlo y causar zozobra, no, lo encendieron unos indígenas por la práctica agrícola de quemar la tumba que se hace para luego sembrar solo que hay tanta sequía que el fuego se extiende y se propaga”, refirió el Fray capuchino de la Misión El Tokuko.
El alcalde del Municipio Machiques, Alfonso “Toto” Márquez, la comisión de ambiente del Centro de Ingenieros del estado Zulia (CIDEZ) y el diputado indígena Rafael Hernández, visitaron algunos espacios para constatar la magnitud de la crisis.
Márquez, expresó su preocupación e indignación ante la falta de atención del gobierno regional y nacional, las llamas son de proporciones gigantescas, “se trata inicialmente de resguardar la vida de los pobladores de nuestro municipio, y de proteger el ecosistema”.
Sin equipos
Los cuerpos de Bomberos de los municipios que integran la subregión Perijá, alegan que no tienen competencia directa sobre estos incendios. “Esto pertenece a Inparque, pero al parecer no tienen ni el personal ni los equipos acordes para enfrentar las emergencia. Los bomberos tampoco lo tenemos”, argumentó uno de los funcionarios que pidió omitir su nombre.
Los diferentes grupos rescatistas y ambientales de la zona tampoco cuentan con el equipamiento necesario. Sólo se limitan a campañas preventivas en la comunidad.