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El uso incorrecto y confuso de los términos Inmigración y Socialismo, me obliga a tratar de aclarar el significado de ambos.
Inmigración: Actualmente con el éxodo humano de personas perseguidas por razones religiosas ó políticas, y por motivos económicos, se encuentran varios miles de habitantes de países orientales que inundan a Europa. Aunque en un volumen Gracias a Dios inferior, también se sufre algo similar en nuestro Continente, especialmente en el Norte. A estos seres humanos, se les ha calificado de inmigrantes, cuando en realidad se trata de indocumentados.
Debe quedar claro que el término inmigrante se refiere a los ciudadanos que legalmente pueden ingresar a un país, como fue el caso de Venezuela, con las víctimas de la II Guerra Mundial, que buscaron un futuro mejor en nuestro país. Así por ejemplo, resultaron muchos europeos que se dedicaron a trabajar y contribuyeron a desarrollar nuestra economía.
Pero el caso de los que por razones políticas tuvieron que venir a Venezuela principalmente de Chile y Argentina, Península Ibérica (catalanes y vascos), víctimas de férreas dictaduras, podrían categorizarse como exilados-refugiados. Es importante mantener estas diferencias para los países afectados, por lo que parece ser una avalancha de indocumentados, que humana, aunque ilegalmente, buscan un mejor futuro. Varios países desarrollados han ofrecido recibir algunas de estas personas, para quienes pareciera que pudieran ofrecer trabajo digno.
Por otra parte se presenta el caso de países en vías de desarrollo que viven momentos de inestabilidad económica y desempleo, que también señalan estar dispuestos a cobijar a estas personas, tal parece ser el caso de Venezuela, pero que lejos de contribuir, estarían agravando la situación.
Socialismo: Con respecto a este término, debe aclararse y tener presente en todo momento que el socialismo europeo, (nórdico, inglés, alemán, francés, español) así como el venezolano (Acción Democrática, Copei), son estricta consecuencia de sistemas auténticamente democráticos, con plenas libertades, con elecciones inobjetables, respeto a los DDHH, y con alternabilidad real. (Continuará)