Su última exhibición fue este lunes donde metió, a falta de 1:37 minutos para el final, un triple clave que le dio la ventaja momentánea a su equipo frente a los Hawks de Atlanta, que luego no volvieron a perder y terminaron ganando 107-110
La apuesta por Kyrie Irving parecía para Boston Celtics una ilusión más que otra cosa. Con grandes contrataciones como las que hizo Oklahoma City (Paul George y Carmelo Anthony) o los Cleveland Cavaliers de LeBron James (Dwyane Wade, Derrick Rose e Isaiah Thomas), los fanáticos de la NBA voltearon la mirada hacia estos grandes, además, claro, del vigente campeón, Golden State. Pero la exestrella de Cleveland tenía otros planes, al menos para este arranque de temporada.
El principio no fue nada bueno. Boston cayó en sus dos compromisos iniciales y tuvieron que perder en el debut a Gordon Hayward, por una lesión verdaderamente dramática.
Sin embargo, hoy en día acumulan la mejor racha de este torneo, tras dos tropiezos seguidos: nueve victorias. Y las miradas apuntan como principal responsable al oriundo de Melbourne, Australia: Kyrie Irving.
El base luce simplemente imparable, como el propio Tyronn Lue, técnico de Cleveland, lo catalogó.
Su última exhibición fue este lunes donde metió, a falta de 1:37 minutos para el final, un triple clave que le dio la ventaja momentánea a su equipo frente a los Hawks de Atlanta, que luego no volvieron a perder y terminaron ganando 107-110.
El buen momento de Irving se refleja en el rendimiento de su conjunto, que lidera la conferencia del este (9-2) y tendrá que enfrentar hoy (9.00 pm) a los Lakers, quienes ocupan el puesto 10 de la conferencia oeste.
Es muy temprano para pronosticar como terminará la apuesta que se ha hecho sobre Irving, pero por el momento aquella ilusión que se tenía sobre él empieza a convertirse en realidad, mientras Oklahoma (4-5) y Cleveland (4-6) ven cómo resolver sus flojos inicios de campaña.