El
Bateo oportuno y pitcheo sólido. Eso fueron los recursos con lo que Israel remontó para doblegar el domingo Cuba por 4-1 y arrancar con el pie derecho la segunda ronda del Clásico Mundial de Béisbol.
Los debutantes israelíes se mantienen invictos al torneo con cuatro victorias. A segunda hora, el anfitrión Japón derrotó 8-6 a Holanda en el 11mo inning y también sigue con paso perfecto tras cuatro partidos. Fue el primer juego en definirse con la regla de desempate.
El abridor Jason Marquis, quien lanzó en Grandes Ligas por última vez en 2015, maniató a Cuba al permitir una carrera y cuatro hits en cinco innings y dos tercios. Zach Thornton se acreditó la victoria tras relevar en el sexto y sacar cuatro outs.
“Todavía estaba en condiciones de lanzar un poco, pero era el momento preciso para sacarme”, dijo Marquis, de 38 años. “El bullpen hizo un trabajo estupendo”. Josh Zeid salió bien librado de un atolladero con las bases llenas en el octavo, cuando forzó a Willian Saavedra a que bateara un rodado por tercera base y dos outs. Zeid completó el juego y se apuntó el rescate.
Israel enfrentará a Holanda el lunes. Ambos se enfrentaron en Seúl por la primera ronda, con los israelíes imponiéndose por 4-2. Alfredo Despaigne adelantó 1-0 a Cuba con un jonrón solitario en el segundo inning en el Domo de Tokio pero Israel lo empató en el cuarto con el doble de Ryan Lavarnway que remolcó a Ike Davis desde primera base.
Israel se despegó 3-1 en el sexto mediante un sencillo remolcador de Zach Borenstein y luego con un doble de Blake Gailen. Gailen produjo la cuarta con un toque de sacrificio en el octavo.
Despaigne quedó como el máximo jonronero en la historia del torneo. Su batazo el domingo contra Jason Marquis fue su tercero en esta edición y el séptimo en total, rompiendo un empate con su compatriota Frederich Cepeda. El martes, Japón se las verá con Cuba. Los dos primeros en la segunda ronda avanzarán a la fase final, que se disputará entre el 20 y 22 de marzo en el Dodger Stadium de Los Ángeles.