La
La indignación recorre cada fibra del cuerpo casi ya sin fuerzas de Natale Bruno, un italiano, de 73 años, de los cuales 46 los ha vivido en Maracaibo. Fundador de la primera peluquería unisex en 1972 en la ciudad. No entiende cómo después de una vida trabajando día y noche se ha conseguido con una realidad totalmente diferente de la que él imaginó. “Yo pensaba vivir de una pequeña pensión que me llegaba de Italia”, pero desde el pasado enero el Gobierno italiano le retiró la pensión a los radicados en Venezuela dejando “en la calle” a sus nativos.
Bruno cobraba 90 euros semestralmente, lo que equivale a 15 euros por mes. Por la transferencia le descontaban 35, por el cambio de moneda le quitaban 15, y 10 euros que cobra el banco por prestar el servicio. Tras toda la diligencia burocrática solo le quedan 30 euros que al cambio serían nueve mil bolívares.
Él desconoce la razón por la que le retiraron su pensión. Acudió tres veces al Consulado de Italia en Maracaibo, pero cuando supieron a qué iba no lo dejaron entrar. El hombre, quien aprendió a pintar cuadros para ganarse la vida, vive con su hijo que padece de un trastorno mental.
Ninguno de los dos pueden seguir sus tratamientos médicos por falta de dinero. “Ahorita vivo gracias a la caridad de mis exclientes y amigos, pero ya no sé qué hacer”. Bruno hizo un llamado a la cancillería de su país. Dijo que no quiere limosnas, por lo que quiere su pensión completa.
Alertó a sus compatriotas sobre la situación. El exempresario dio su número de teléfono para que cualquier pensionado italiano que esté en la misma situación lo contacte 0414.623.1462.