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El senador Humberto Costa, jefe del grupo del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) en la Cámara Alta, admitió hoy tácitamente que la presidenta Dilma Rousseff será sometida a un juicio político y anunció una “oposición muy firme” al Gobierno que mañana pudiera asumir el vicepresidente, Michel Temer.
“Si se aprueba el juicio”, lo que separaría a Rousseff del poder durante los 180 días que puede durar el proceso, “el PT hará una oposición muy firme y denunciará en forma permanente el golpe que se le está dando a la democracia”, declaró Costa en medio de la sesión en la que el Senado define el futuro de la mandataria, reseñó Efe.
Costa conversó brevemente con periodistas cuando ya habían pasado por la tribuna once de los casi setenta oradores inscritos para el debate previo a la votación.
Los once senadores que se pronunciaron hasta ahora han anunciado su respaldo a la apertura del juicio político contra Rousseff, que ya parece un hecho y que la suspendería del cargo durante 180 días en los que su lugar sería ocupado por el vicepresidente Temer.
Uno de ellos fue el exfutbolista Romário de Souza Farías, quien dijo que “en este momento tan serio y decisivo de la vida nacional”, “ninguno de los senadores tiene derecho a esconderse” y debe “cumplir el papel que la Constitución impone”.
Romário explicó que tras “estudiar mucho el caso”, ha llegado a “la conclusión de que hay indicios de crímenes de responsabilidad fiscal que deben ser investigados”, por lo que ha decidido votar a favor del juicio político contra Rousseff.
Para la instauración del proceso es necesario que la oposición alcance una mayoría simple de 41 votos entre los 81 senadores, que todos los sondeos previos dicen que ya está garantizada.
Si el proceso, que puede durar meses, concluye con la destitución de Rousseff, Temer completará el mandato que vence el 1 de enero de 2019, pero en caso de que sea absuelta, deberá recuperar el cargo en el mismo momento en que dicte la sentencia.