Justicia no ve responsabilidad en certificador de PIP

En noviembre de 2013, el Tribunal de Comercio de Tolón la había condenado a indemnizar a las casi mil 700 pacientes víctimas de los implantes de Poly Implant Prothèse (PIP) que se habían constituido en acusación

El Tribunal de Apelación de Aix-en-Provence, en el sur de Francia, consideró hoy que la compañía alemana TÜV, encargada de la certificación de los implantes de mama PIP, no es responsable civil de sus defectos.

En noviembre de 2013, el Tribunal de Comercio de Tolón la había condenado a indemnizar a las casi mil 700 pacientes víctimas de los implantes de Poly Implant Prothèse (PIP) que se habían constituido en acusación, así como a seis distribuidores en Brasil, Bulgaria, Italia, México, Siria y Rumanía.

La decisión de hoy, no obstante, estimó que TÜV y su filial francesa respetaron sus obligaciones como organismos certificadores y no cometieron ninguna falta que comprometiera su responsabilidad civil.

La empresa, según recuerdan hoy los medios, ya ha entregado unos 5,8 millones de euros a las víctimas, pero todavía no se ha tomado una decisión respecto al reembolso de esa indemnización.

PIP llegó a obtener el 84 por ciento de su facturación fuera de Francia, esencialmente en América Latina, donde en países como Venezuela se estima que 33 mil mujeres fueron operadas para implantarles esas prótesis.

Pese a las acusaciones de fraude, el dueño de la empresa, Jean-Claude Mas, confesó durante el juicio utilizar una silicona industrial, pero afirmó que sus prótesis no tenían ningún riesgo sanitario y acusó a las mujeres que lo llevaron ante los tribunales de pretender “sacarle el dinero”.

Mas, de 77 años, fundó en 1991 PIP, convertido en el tercer fabricante mundial de prótesis mamarias gracias a sus implantes de bajo coste, y en diciembre de 2013 fue condenado a cuatro años de cárcel por el Tribunal Correccional de Marsella.

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