Tras meses de rumores y preocupación por su estado de salud, la princesa de Gales, Kate Middleton, apareció este sábado en público por primera vez desde que el 22 de marzo se dio a conocer su diagnóstico de cáncer, noticia que conmocionó al Reino Unido.
Mostrándose sonriente y relajada, Kate acaparó la atención durante la ceremonia “Trooping the Colour” (Desfilando el Estandarte), que celebra el cumpleaños oficial de los monarcas británicos desde hace más de 260 años.
La princesa saludó desde el balcón del Palacio de Buckingham acompañada por su esposo, el príncipe William, sus tres hijos y los reyes Charles III y Camilla.
Charles III, también diagnosticado con cáncer a comienzos de este año, demostró que la enfermedad no le impidió continuar con sus deberes, aunque en esta ocasión optó por desplazarse en carruaje en lugar de a caballo.
La presencia de Kate, una de las miembros más queridas de la familia real, fue vista como un rayo de esperanza y optimismo en un año difícil para los Windsor.
Sin embargo, el Palacio de Kensington aclaró que su participación en el evento no significa que retomará sus actividades habituales de inmediato. La princesa expresó su intención de asistir a “algunos actos durante el verano” si su salud se lo permite.
Llegó al Palacio de Buckingham alrededor de las 10.00 hora local desde su residencia en Windsor. Media hora después, apareció junto a sus hijos George, Charlotte y Louis, en la Carroza de Cristal, saludando a los seguidores que desafiaron la lluvia londinense.
Durante el trayecto, se la vio sonriente e interactuando con sus hijos, especialmente con Charlotte.
En el espacio ceremonial Horse Guards Parade, la familia real presenció la parada militar desde un balcón, donde Kate lucía un vestido blanco de Jenny Packham, un sombrero blanco y negro de Philip Treacy, y el broche del regimiento de la Guardia Irlandesa.
Entre el público, el primer ministro británico, Rishi Sunak, fotografiaba el evento junto a su esposa.
El saludo desde el balcón de Buckingham, acompañado por una salva de 41 cañonazos y una exhibición aérea de los Red Arrows, fue el momento culminante de la jornada.
La esposa de William conversó animadamente con su suegro, Charles III, con quien fortaleció su relación tras haber estado ingresados en el mismo hospital a principios de año.
Miles de personas presenciaron el acto, mientras que un grupo de manifestantes del movimiento Republic protestaron pacíficamente con pancartas pidiendo la abolición de la monarquía.
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