Kurt
Kurt Nagel Von Jess genealogista, abogado, historiador e intérprete, el título que llevó con más orgullo fue el de marabino, falleció el pasado viernes en la ciudad de Maracaibo
“La quiero porque representa mis raíces. Aquí comienzan mi vida y mi historia, aun cuando nací en Alemania por accidente. La odio por lo inhóspita que puede ser su gente. Atrevidos, soeces, el calor que los lleva a esa actitud. Tan ingratos que una vez muerto el Lago es que lo vamos a cuidar”.
Su pasión por la historia se inició al buscar las raíces que definen su árbol genealógico. Durante la travesía, se entusiasmó tanto por la ciudad y su trascender, que comenzó a llevar una serie de memorias escritas y fotográficas, material que alcanzó al menos dos volúmenes en escritura.
Su niñez transcurrió en la misma esquina detrás del colegio Claret que ocupó su hogar. Solo arbustos y arena rodeaban la zona, “nada de esto existía”.
Ante sus ojos pasaron célebres personajes de la historia venezolana y maracaibera, pero también esos anónimos que tanto le encantaban. Una anécdota que contaba con su particular humor negro se refería una vez que llegó de viaje y tomó un taxi en La Chinita.
“El taxista me confundió con un turista alemán y me quiso ruletear para cobrarme más, cuál sería su sorpresa cuando en perfecto maracucho le dije, ‘pa dónde me estáis llevando, ve que yo conozco a Maracaibo mejor que vos”.
Un personaje
Amigos y familiares lo describen como un amigo de toda la vida que a diario compartía sus conocimientos. Inteligente, colaborador, ordenado, justo, intachable, honorable y recto, son alguno de los calificativos que propios y extraños mencionan cuando del profesor se trata.
Su llama se apagó la tarde de este viernes, cuando a las 6.45, falleció tras padecer problemas pulmonares de vieja data. En su hogar y junto a su familia, se despidió de este mundo “tranquilo” y en “paz”. Quienes lo conocen aseguran que lo que más le gustó fue escribir y “comerse” los libros.
Cada vez que alguien cercano nacía, a los padres del infante les entregaba un álbum y en él explicaba el significado del nombre del pequeño. Sus cinco hijos, de los cuales cuatro se encontraban fuera del país, arribaron para dar su último adiós. Su “fuerte” carácter” no le impidió ejercer una “maravillosa” labor y cada vez que podía enseñar su vida se llenaba de “felicidad”.
Antes de partir, preparó su invitación de sepelio, sin embargo, esta fue editada, puesto que la anterior era tan larga que ocupaba más de una hoja. Su única hermana y sus más de 55 años de matrimonio ahora forman parte de la historia de este maracucho “ejemplar”.
Grato placer
Harriet Luzardo, amiga del insigne historiador, explica que sus conversaciones eran historias y no cuentos. “Era un placer inmenso estar con él y le encantaba estar con nosotros y compartir. Fue un ser humano superior y por eso es que nos afecta tanto la situación que estamos viviendo porque ya no conseguimos personas así en la sociedad”, acotó su compañera.
Marlene Nava, integrante de la Academia de Historia del estado Zulia, explicó que por el hecho de haber nacido en Alemania y su padre ser oriundo de ese país, cuando llegó la familia a la ciudad, todos los alemanes estaban marcados por un ambiente negativo, debido al nazismo que reinó en la época e incluso existió una lista negra que señalaba a todos los que llegaban de ese lugar.
“Él tenía un gran amor por Maracaibo y su mamá era de aquí. Sus trabajos respondieron a sus raíces y realizó genealogía de Rafael Urdaneta, Jesús Enrique Lossada y otras personalidades. Prestaba todo y estaba al servicio de cualquiera porque siempre fue generoso con sus trabajos”, afirma Nava.
Kurt Nagel Von Jess, el cronista de Maracaibo, fue mediador y diplomático, además de “gentil, chistoso y sabroso de trato”. El maracucho, nacido en Alemania, intervenía en las reuniones de la Academia con algún comentario jocoso sobre algo, para bajar la tensión del momento, según la especialista cultural. “Publicó muchos libros, incluso uno que se llamó Dos alemanes del C en el que cuenta las historias de toda una época. Aún así, luego de su innegable e increíble labor, dejó muchas cosas sin publicar”.
Sus restos fueron velados en una funeraria reconocida de la ciudad durante este sábado, recibiendo la visita de familiares, amigos y conocidos. Cuando el reloj marcó las 5.00 de la tarde, sus compañeros de la Academia de Historia del Zulia realizaron una guardia de honor a su féretro. Hoy se estará llevando a cabo una misa en dicho lugar, encabezada por el arzobispo emérito de Coro, Roberto Lückert y sus restos serán sepultados a las 10.00 de la mañana en el Cementerio El Cuadrado, donde reposará junto a su mamá y papá.