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El régimen de Nicolás Maduro, sin dar soluciones a la complicada crisis venezolana, se vale de representantes de la más retrógrada izquierda de Europa y América, para defenderse negar sus crímenes y ocultar sus excesos cometidos en contra de la oposición. Lo más despiadado y desigual es, que después de difamar, perseguir, disparar letalmente, torturar, asesinar y hundir en la cárcel a manifestantes, a líderes estudiantiles y a dirigentes de los partidos políticos de la oposición, busca cambiar su imagen por la paloma blanca de la paz, que no ha alimentado ni deja volar. ¿Cómo podrá lograr la paz si no es imparcial y ve al país en rojo y rojo?
Acaso, ¿esto no es violar los derechos de personas? ¿Qué respuestas tendrán Atilio Borón, Noam Chomsky, James Petrás, Jean Luc Mélenchon, Dominique de Villepín o Ignacio Ramonet, entre otros tantos políticos e intelectuales, que apoyan a este régimen, cuando busquen y encuentren, no su verdad ni la del Gobierno ni la nuestra, sino la verdad?
En consecuencia, presionada por los peligrosos escenarios políticos y por el estado de indefensión en que se encuentran los venezolanos, la AN denuncia los excesos del gobierno de Maduro a la OEA, a la ONU, a la UE, a gobernantes y líderes de la democracia de todo el orbe, en defensa de los derechos de cada connacional que respira dentro y fuera de Venezuela.
Los venezolanos, hijos de Simón Bolívar, como firmes seguidores de sus enseñanzas republicanas y democráticas, entienden, que por deber y derecho, han de defender a su país, porque quieren vivir en él y por él. Están convencidos que la paz no se consigue bajo las botas represivas de la antidemocracia ni con una ANC, que por capricho del poder unipersonal de Maduro, imponga exclusión, inhabilitación y al más rapaz de los silencios.
De los voceros principales de la ANC, se escuchan amenazas, enfocadas de manera peligrosa y obsesiva, en contra del liderazgo de la oposición, de la libertad de expresión y de los medios de comunicación. Entonces, ¿por qué no denunciar, a su insolente, aterradora e ilegal acción de fuerza, tutelada desde el Poder Ejecutivo?
Si estas ideas se consolidan, Maduro superará a los regímenes que asolaron a Europa, de opresión, muerte, escasez y hambre. Por ello sin contrasentido, la legítima AN en uso de sus facultades, en defensa del pueblo venezolano y de la Constitución, busca restituir la República y los DDHH, la seguridad jurídica y agroalimentaria, la ciudadanía y las libertades democráticas.