La Carta Democrática no tumbaría al Gobierno

El diputado Luis Florido entregu00f3 a Luis Almagro la solicitud para activar el mecanismo (Foto: Archivo)

El hecho de que la OEA ya tenga la solicitud para activar la Carta Democrática Interamericana en Venezuela, enciende una alerta internacional de violación de los principios constitucionales y democráticos por parte del Gobierno de Nicolás Maduro

El solo hecho de que la Organización de Estados Americanos (OEA) ya tenga la solicitud para activar la Carta Democrática Interamericana en Venezuela, enciende una alerta internacional de violación de los principios constitucionales y democráticos por parte del Gobierno de Nicolás Maduro. De ser aprobada, la resolución no tumbaría al jefe de Estado, tampoco implicaría una intervención militar del extranjero. Sólo se trata de una proclama para fortalecer el orden constitucional. El país quedaría fuera de la OEA y con ello, se presionaría para que el Poder Ejecutivo aplique y respete las leyes. Hay quienes afirman que el impacto sería positivo al forzar el apego a la legalidad, otros aseveran que no hay una solución práctica, sino que más bien empeoraría el escenario haciendo que el sector oficial se radicalice aludiendo a la intervención del “imperio”.

“Con la carta hay una sanción política para Venezuela porque quedaría suspendida de la OEA. Pueden venir sanciones de otros tipo como no tener relaciones diplomáticas con lo cual se afectaría el tráfico comercial con otros países de la región. El impacto es la presión, no sólo en lo político, sino en lo económico. Se trata de que los factores que afectan la democracia entren en el redil”, explicó Jorge Govea, profesor de ciencias políticas de La Universidad del Zulia (LUZ), en un contacto telefónico con La Verdad.

La comunidad internacional ya viene levantando sus voces ante la crisis en Venezuela. No sólo Luís Almagro, secretario general de la OEA, sino que la visita de los expresidentes José Rodríguez Zapatero (España), Leonel Fernández (República Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá) avivan la mecha de la mediación de otros países.

“La carta es declarar ante el mundo que no estamos en democracia. Si toman la decisión, será un factor que ayudará para que el Gobierno se vea obligado a entrar en el carril, a respetar el derecho a la protesta, a respetar a la AN como un Poder electo”, declaró Govea.

“Sería un error aprobar la carta”

Jesús Castillo, politólogo y presidente de la Fundación Zulia Productivo, considera que la medida no traerá ningún beneficio, más bien haría que el oficialismo radicalice más su proceso y aluda con más énfasis a la conspiración extranjera y al golpe de Estado. Sería “un error” porque dejaría al Gobierno solo en sus acciones.

“La carta es una alerta internacional de que las cosas en el país no están bien, pero la situación seguirá igual. Es una estrategia internacional de la oposición y sirve para hacer un llamado de ayuda. La recomendación es el diálogo”, dijo. 

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