
Familiares
Familiares de Geraldine del Carmen Parra Barboza, de 33 años, apodada la "Chicha", contaron en la morgue de Maracaibo que la fémina se entregó al alcohol y a la calle hace cuatro años. Señalan a sus compañeros de tragos como los responsables de matarla y dejarla semidesnuda al lado de la alcaldía de Rosario de Perijá.
Su cuñada, Marlene Nava, explicó que el pasado viernes la vieron con vida. "Ella se acercó a casa de su exsuegra, le dio un abrazo y le pidió que cuidara de sus hijos". Dos días más tarde la violaron y asesinaron a golpes. El alcalde del municipio se encargó de llamar a la comunidad Mota en La Villa del Rosario de Perijá, de donde son los familiares de Geraldine. Nava recordó que Parra vivió muchos años en Barranquita, parroquia Donaldo García de la jurisdicción, pero al parir su ultimo hijo decidió mudarse a La Villa.
La "Chicha" con un cuadro de alcoholismo avanzado dejó a sus hijos de 16, 14, 12 y nueve años bajo la tutela de la abuela paterna. "La abuela es la que vela por ellos ya que Geraldine no quería salir de ese mundo". La cuñada explicó que la exsuegra y la familia de Parra siempre estaban pendiente de ella y le pedían que encarrilara su vida. Los esfuerzos nunca dieron fruto y la noche del pasado domingo la asesinaron y la dejaron detrás de una mata en las adyacencias de la alcaldía de Rosario de Perijá.
La Policía continúa las averiguaciones entorno a su muerte. En busca de los violadores y asesinos de la "Chicha", entre ellos otro indigente apodado "Satanás" con quien mantenía una relación amorosa. Los familiares esperaron ayer el cuerpo para llevarlo hasta Barranquitas donde harán las misas y su santo entierro.