La crisis hospitalaria pone en riesgo a Santa Rita

Cerca de 80 mil habitantes que están expuestos a las limitaciones del centro asistencial para atender una emergencia. El personal médico y de enfermeras trabajan “con las uñas”. La red ambulatoria la desmantelaron y los centros asistenciales dependientes del Ejecutivo nacional sirven como “casa de abrigo para los cubanos”

Antonio Báez, de 72 años, residente de la urbanización San Benito en el municipio Santa Rita, sufrió un infarto. Sus familiares se convirtieron en víctimas del descalabro que existe en el sistema de salud en la localidad. Cuando llegaron al área de emergencia del Hospital Senén Castillo Reverol se percataron de la realidad que también afecta al resto de la población que alcanza los 80 mil habitantes en la zona.   

En el área de emergencia no había oxígeno, tampoco aire acondicionado para aliviar la alta temperatura al que estaba expuesto el anciano. El médico de guardia trató de estabilizarlo con los pocos insumos que tenía al momento. El tiempo pasaba y Antonio seguía igual, la decisión final fue remitirlo hasta el Hospital General del Sur, en Maracaibo.

La otra realidad que enfrentaron los parientes es que en el centro de salud no había ambulancia. Ellos tampoco contaban con un vehículo particular para hacer el traslado de inmediato. El tiempo transcurría y Antonio agravaba. Noryomar Parra, concejal de Santa de Rita,  asegura que una las ambulancias asignadas al centro de salud la utilizan para “carreras administrativas” y a la otra le cambiaron los cauchos, el tablero y algunas piezas mecánicas y poco tiempo permanece en el estacionamiento del centro asistencial, piloto en la localidad. “El día de las elecciones regionales, 15 de octubre, la usaron para carretear a los votantes”.

Llegó el vehículo y los familiares llevaron a Antonio hasta Maracaibo, pero el abuelo no resistió y falleció en el trayecto.  Esta historia es común. La falta de insumos, la ausencia de las dos ambulancias, fallas en el personal de enfermeras y médicos, adicional la crisis de ventilación que provoca que los pacientes sean atendidos en las áreas externas son parte del día a día en Santa Rita, en la Costa Oriental del Lago.

Parra asegura que el Cuerpo de Bomberos es el soporte para los traslados, pero el día que la necesitaba Antonio, movilizaba a otros pacientes.  

El área de emergencia del Hospital Senén Castillo Reverol atiende cerca de 400 pacientes por día. No cuenta con aire acondicionado, los pacientes son recibidos en la puerta principal del centro asistencial y atendido en el estacionamiento.  La situación de la falta de ventilación se multiplica en el resto de las áreas.

“Hay que reconocer que si llegan algunas donaciones, pero estas solo alcanzan para los primeros 30 pacientes, el resto debe ingeniárselas para comprar lo prescrito en el récipe. Los médicos y las enfermeras hacen todo el esfuerzo para atender a los pacientes, trabajan con las uñas”, dijo Parra.

Red ambulatoria en crisis

Noryomar Parra, concejal de Santa Rita, soporta las denuncias de los santirrenteses sobre la crisis que no solo enfrenta el hospital, sino que también, la red ambulatoria y los centros asistenciales dependientes del Ejecutivo nacional, tales como: barrio Adentro y el Centro de Diagnóstico Integral, ubicado a escasos metros del Senén Castillo Reverol.

El ambulatorio de Palmarejo, construido en 1959, sometido a dos remodelaciones y donde habitan cerca de tres mil vecinos, está desmantelado. Sólo quedaron las paredes y el techo. Lo último que se llevaron fue la puerta principal. “Luego que Arias Cárdenas ganara las elecciones, en septiembre siguiente, llegaron los representantes de una contratista y desmontó todo lo que había en el lugar, no ejecutaron ningún trabajo y dejaron a los vecinos sin infraestructura para recibir atención médica. Era el centro asistencial piloto de la zona”.

Aseguró que el ambulatorio de Barrancas “es el que mejor funciona y es a medias”, tampoco cuenta con aire acondicionado, en el lugar el hampa común causó estragos. El resto de los centros asistenciales pertenecientes a la red ambulatoria como Punta Iguana, El Mene, Puerto Escondido y Tolosa, la situación es la misma.

“Los barrio adentro se convirtieron en casa de abrigo y hospedaje para los cubanos mientras que el CDI sólo funciona hasta las 6.00 de la tarde y también presentan el problema de fallas de ventilación”.

 

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