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Mañana finalmente se celebra la gala de los Oscar 2016, y -por supuesto- la categoría más importante en esta pugna es la de Mejor Película, de la cual se habla y se predicen resultados variados. ¿Quién ganará? Hay expertos que aseguran que será Spotlight. Y es que hay dos formas de mirar esta impredecible carrera al Oscar. Por un lado, si el público se deja guiar por las estadísticas, la puja en el renglón está entre La Gran Apuesta y Spotlight. ¿Los motivos? El filme de Adam McKay obtuvo el preciado PGA (galardón del Sindicato de Productores), que generalmente es el mejor indicativo de lo que sucederá en los Oscar al final de la noche.
Por su parte, el de Thomas McCarthy obtuvo el SAG al Mejor Elenco, que con frecuencia equivale al Oscar a Mejor Película. Sin embargo, por otro lado está El Renacido, la épica producción del mexicano Alejandro González Iñárritu, que al alzarse con el Bafta se puso en forma y ahora es el largometraje del que habla todo el mundo, ya sea por el duro rodaje o por el necesario reconocimiento a su protagonista, Leonardo DiCaprio. Si El Renacido obtiene el premio máximo va a quebrar ciertas reglas, ya que ninguna película desde Titanic ganó el Oscar sin haber recibido una nominación a Mejor Guión. Así que cuesta visualizar otro doble triunfo (consecutivo) de Iñárritu mañana.
La Gran Apuesta
Cuatro expertos económicos de perfiles opuestos predicen la crisis inmobiliaria estadounidense tiempo antes de que la debacle económica caiga encima. Basada en hechos reales, esta película demuestra más que nunca eso de que la comedia es igual a drama más tiempo. Y se atreve con una más terrenal protagonizada por Brad Pitt, Steve Carell, Christian Bale y Ryan Gosling.
Spotlight
Un periódico de Boston se atrevió a luchar contra la Iglesia católica estadounidense y destapar un escándalo sexual que involucraba a sacerdotes y niños. Esa es la polémica historia que cuenta Spotlight, dirigida por Tom McCarthy, responsable de interesantes películas indies como El Visitante o Descubriendo la Amistad y quien ahora recibe una oportunidad en las grandes ligas.Toca un tema duro y polémico. Ese es su único posible inconveniente para gane. Que tope, ahora sí, con la Iglesia.
Mad Max: Furia en el Camino
La secuela de una de las películas más icónicas de los 80, a cargo del mismo director, el australiano George Miller, es una de las sorpresas más impactantes de la temporada. Con una premisa sencilla, Miller regala un enorme espectáculo circense, pirotécnico y muy poderoso. Es poco probable que triunfe en la categoría reina por varias razones: es cine de acción, tiene una persecución de dos horas y se estrenó haces meses.
The Martian
Ridley Scott regresa al espacio. The Martian es cine realista en un contexto que, hasta hace poco, solo se habría pensado como escenario de ciencia-ficción. Matt Damon ofrece una gran interpretación, la película está llena de imágenes bellas y Scott da su perfil más preciso y espectacular. Una película que remite a Gravedad. Ese puede ser el obstáculo que lo aleje del dorado metal: que Alfonso Cuarón se le adelantó tantito.
Puente de Espías
La Guerra Fría es contada aquí por Steven Spielberg con su ingenuidad y talentos habituales. Es cine de espías clásico, basado en hechos reales, con evidentes ecos a Alfred Hitchcock y escrito nada más y nada menos que por los hermanos Coen. El amigo Steven llevaba tres años sin dirigir, desde Lincoln. A estas alturas, un Oscar seguro no le debe preocupar mucho, pero estar entre los citados siempre alimenta el ego.
Room
Un thriller claustrofóbico, que se sostiene sobre un gran giro de guión. Es también la adaptación de una novela de éxito y está protagonizada por Brie Larson (también nominada como Mejor Actriz) y Jacob Tremblay, de cinco años. Película independiente, económica en recursos dramáticos y de presupuesto… pero con enorme impacto y efectismo. Sin embargo, está en franca desventaja frente a su competencia.
Brooklyn
Es una de las grandes sorpresas entre las nominadas. Pocos esperaban que esta historia, la odisea de una inmigrante irlandesa que llega a Brooklyn en los 50, adaptada al cine por el guionista inglés Nick Hornby, se citara entre las grandes. Sus mejores puntos a favor son el genial trabajo de Saoirse Ronan y sus ecos a melodrama. Aunque estas son pocas armas para la cruel guerra de los Oscar. Y es que al director, John Crowley, no lo conoce nadie, con todo el respeto.