La culpa no es de la página web

El mayor responsable de esta magra realidad, por no decir el único, ha sido de quienes han dirigido el barco junto a sus lacayos y acólitos, quienes son los que se han beneficiado de la mejor tajada de la torta

Ahora resulta que la culpable de todo el desastre económico al que ha sido sometido el país por la terca, idiota y perversa aplicación de un modelo de planificación central de la economía, es una página web publicada desde Miami, cuya dirección electrónica ha sido bloqueada en Venezuela; pues no señores, este cuadro de hiperinflación, hiperdevaluación, caída del 50 % de la producción petrolera, contracción del 86 % del poder adquisitivo real de los trabajadores, sumado a la mega escasez de alimentos y medicamentos, desempleo e informalidad exponencial, cierre masivo de empresas privadas y colapso de los servicios públicos por decir lo menos.

El mayor responsable de esta magra realidad, por no decir el único, ha sido de quienes han dirigido el barco junto a sus lacayos y acólitos, quienes son los que se han beneficiado de la mejor tajada de la torta; quienes habiendo manejado ingresos por el orden de los 1,4 billones de dólares en los últimos 19 años endeudaron a la República 3,5 veces más de lo que estaba en 1998, y a la estatal petrolera 5,3  veces más de lo que estaba en 2002; que sumado a la corrupción e incapacidad gerencial, terminó quebrando a la gallina de los huevos de oro generadora del 96 % de la divisas que ingresan al país.

Ello sin duda alguna, pulverizó de manera progresiva todas las fuentes proveedoras de divisas, en especial a la del sector exportador no petrolero, quienes muchos antes desde el año 2005, a raíz del crecimiento de los precios de petróleo fue abandonado, no se le previeron de la condiciones necesarias para producir y seguir exportando y por tanto los quebraron. Entonces hoy con los menguados ingresos en divisas, producto de la paupérrima producción petrolera, cuya mayor cuantía va dirigida al pago de servicio causado por la deuda externa, solo queda para ofrecer al mercado para las importaciones unos 850 millones de dólares  mensuales, es decir, 10 mil 200 millones de dólares anuales, cuando esta economía requiere de al menos unos 40 mil millones de dólares anuales para cubrir sus necesidades básicas.

Todo esto sumado al crecimiento de 163,3 % y 623,3 % de la liquidez  monetaria  en 2016 y 2017 por parte del Banco Central de Venezuela para financiar el obsceno déficit fiscal del Gobierno que hoy supera el 50 % del PIB; ha disparado el tipo de cambio nominal, donde solo el 8 % de los nueve mil 800 millones de dólares en reservas internacionales, corresponde a reservas operativas (divisas líquidas), lo cual permite evidenciar la relación existente entre el tipo de cambio implícito y el tipo de cambio especulativo de 1 a 12, ya que este último toma en cuenta solo las reservas operativas que es lo que aproximadamente se termina ofertando al mercado cambiario; esto explica el diferencial cambiario que reporta la página web, ahora culpable según el régimen de todos nuestros males.